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CARTA No. 7 DE JEZREEL

Estimados hermanos: Por medio de la presente, sabrán que estamos pensando en ustedes y que verdaderamente intentamos terminar lo que el Señor ahora ha empezado en este estado. Pronto verán que no obstante cuan malamente los enemigos de la Verdad tratan de mantenerlos en tinieblas en cuanto a lo que está aconteciendo, pero el Señor no les permitirá. Él no los dejará ignorantes de la proximidad del juicio de los vivos, “la purificación de la iglesia,” –Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, pp. 75, 76. Si le permiten, Él los iluminará en cuanto a ello aún más de lo que ha iluminado a su pueblo sobre el juicio de los muertos. Decimos aún más porque la última obra es de mayor importancia que la anterior. No hay comparación en importancia entre las dos. Esto es así porque la postrera tiene que ver con los mismos que llevan el mensaje y no con los que han ido antes de ellos. Puesto que estamos en constante contacto con los cuarteles generales de Dios, somos capaces de darles información de primera mano, y no de rumores, con respecto a las cosas de las cuales necesitan información verdadera e inteligencia concreta. Por lo tanto, es un gran privilegio y placer hacer una respuesta detallada a la hermandad ministerial sobre las objeciones generales en contra del mensaje adicional (Primeros Escritos, p. 277), el mensaje de la hora. Antes que todo, ministros, sus suposiciones de que las publicaciones de la “Vara” enseñan algo que ustedes no enseñan es muy obvio. Claramente se ve que ustedes, o no han estudiado por ustedes mismos y han dependido de lo que otros les han dicho, o por el contrario, han ignorado deliberadamente los asuntos Involucrados. Además, sus críticas y las críticas de los que están con ustedes en lo que están haciendo en contra de la “Vara” de Dios, me recuerda de los intentos de los ministros E.S. Ballenger, Canwright y J.I. Esterlly de refutar los escritos de la hermana White y también de los guardadores del domingo cuando pelean la Verdad del Sábado. 

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Si es que ustedes los ministros esperan cualquier tipo de éxito, es mejor que empiecen a tratar con los temas involucrados en lugar de asesinar las personalidades y los caracteres. Estoy seguro que creen en los profetas de la Biblia, no por lo que eran personalmente, sino por lo que escribieron a través de la Inspiración. ¿Por qué no hacer lo mismo con la “Vara”? ¿Por qué tratan de juzgarla por los chismes y rumores? ¿Por qué no decirle a los laicos que dejen de seguir a los así llamados buenos y supuestos grandes hombres? No hay ninguno bueno y ninguno verdaderamente grande. ¿Por qué no empezar a enseñarle al pueblo de Dios que empiecen a seguir la Verdad misma, enfatizando el hecho que Ella sola es capaz de hacerlos libres. Escuchen lo que Dios dice acerca de los hombres: “Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado? Isa. 2:22 Hermanos, empiecen a estudiar por ustedes mismos, y si realmente son buscadores de la Verdad, hambrientos y sedientos por la justicia, Dios les dará a través de su Espíritu el entendimiento correcto de su Verdad para este tiempo. Él no los dejará en la ignorancia de Ella. Sus promesas nunca fallan y sus enemigos nunca ganan. Aunque las críticas de los hermanos en el ministerio son infantiles e indignas de atención, no obstante, para el beneficio de los que no son pensadores independientes, y para los que no están en una posición de conocer los hechos, intentaré honestamente y en el temor de Dios, y con lo mejor de la capacidad que Dios me ha dado, daré mi respuesta. Las acusaciones de que el hermano Houteff tiene una “secretaria ficticia” en la sociedad E.W. son absolutamente falsas. Ella es tan real como uno puede ser. No hay nada ficticio en ella. Así como son falsas las acusaciones de que la Sociedad E.W. ha pretendido de tener sus cuarteles generales en otra ciudad que no es Waco. La sociedad no ha pretendido nada. Ha declarado abiertamente que la dirección del apartado postal, 

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y no los cuarteles generales de la sociedad están en otra ciudad. Ustedes deben estar al tanto del hecho de que cualquier persona, incluyendo al hermano Houteff, tiene el derecho de enviar y recibir correspondencia de cualquier oficina de correos que él escoja. No hay nada torcido, nada engañoso en eso, y ustedes seguramente deben de saber esto. No, no son los hechos del hermano Houteff, ministros, sino los hechos de sus propios colegas que pasan el tiempo siguiéndolo secretamente día tras día en busca de indicios por los cuales acusarlo falsamente lo cual prueba ser torcido y engañoso. Además, ningún hombre sabio de negocios gastaría miles de dólares sin considerar seriamente cual oficina de correos le traería los mejores resultados. Esto es lo que el hermano Houteff hace; y eso es lo que cualquier persona sensata haría, y esto es lo que molesta a los enemigos de la Verdad. Puesto que es posible que una oficina de correos no podría despachar a tiempo los cargamentos de correspondencia que él envía, ¿por qué no pensaron ustedes en esa dirección? La carta de la Sociedad E.W. con fecha de julio 1, 1946, dice lo siguiente: “Por supuesto, nosotros no podemos saber por qué nos están difamando uniendo nuestro nombre con el de ‘La Vara del Pastor,’ pero si sabemos que ustedes han sobrepasado sus límites en publicar de una manera perjudicial sus declaraciones en contra de nosotros en un intento de arruinar nuestro negocio, y de frustrar nuestros esfuerzos para traer al pueblo ¡aquello mismo que ellos necesitan para su salud y felicidad!” Hermanos ministros, aquí notarán que la carta no está tratando de negar la conexión de la sociedad con “La Vara del Pastor,” sino que está seriamente objetando la forma difamatoria {calumniosa} en que la denominación asocia la sociedad con “La Vara del Pastor.” La pregunta “¿cómo lees?” es muy pertinente aquí. Es tiempo que dejen de torcer y de mal interpretar. Además de esto, la amenaza de la denominación de poner en lista negra a los laicos por leer cualquier cosa que les llegue a ellos por correo estampado en Waco, no es nada menos que romanismo, el cual perdió en el tiempo de Lutero y es seguro que pierda ahora. 

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Sus intentos de negarle a los laicos la libertad de investigar por sí mismos y de hacer sus propias decisiones es un engaño grotesco, porque al seguir este curso les están negando el conocimiento del día inminente de la destrucción del alma, -“el día del Señor grande y terrible,” el juicio de los vivos. ¡Ustedes los ministros actúan como si ustedes fueran los únicos capaces de detectar la diferencia entre la Verdad y el error; como si la sabiduría fuera a morir con ustedes; como si los laicos fueran ignorantes; como si ustedes fueran los espíritus de la Verdad; como si ustedes fueran a cargarlos en sus brazos hasta el Reino! Esto no es lo que el Espíritu de Dios enseña, sino que cada hombre esté plenamente convencido en su propia mente (Rom. 14:5). ¿No es el deber de ustedes decirles que “si estuvieren en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel, y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Dios el Señor” (Eze. 14:14). Y si es verdad que los laicos son tan ignorantes y tan desprovistos del Espíritu, entonces, ¿para qué son buenos? ¿Y quién, si no ustedes ministros, son los responsables de dejarlos tan estúpidos como eso?, y al mismo tiempo, y contrario a lo que Cristo dice, haciéndoles creer que están listos para el Reino –¡que son ricos en Verdad y sin necesidad de nada más! Como la denominación no ha hecho ningún progreso en la verdad desde la muerte de su fundadora llamada por el cielo, es obvio que la denominación no tiene nada de que jactarse; que ella está retrocediendo y está tan muerta espiritualmente como lo estaban los judíos desde el tiempo de la muerte del profeta Malaquías hasta la aparición de Juan el Bautista en el desierto de Judea. La línea de comunicación entre ella y Dios está cortada como lo estaba en el tiempo de Juan. Ella ahora no puede servir más “alimento a tiempo” a sus miembros al igual que los judíos no pudieron sin los profetas. Su ceguera a este hecho, y de su presunción de que “de ninguna cosa tiene necesidad” hace su herida incurable. Seguramente ustedes los ministros ahora claramente ven que a menos que ahora respondan al llamado de Dios e instruyan a sus rebaños para hacerlo también, estarán para siempre no sólo sin el Espíritu como lo están las 

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 iglesias protestantes desde que rechazaron los mensajes de Dios, sino que también tendrán que llevar la responsabilidad por las almas perdidas de sus rebaños como también por sus propias almas. No, la “Vara” no ha comenzado a proclamar un mensaje bajo su propia responsabilidad individual. Clama su autoridad de la Inspiración para su proclamación así como también por su revelación. Para hacer una mera declaración de que “La Vara del Pastor contradice a la Biblia y a los escritos de la hermana White, declaraciones que ninguno comprueba con hechos, es una falsedad manifiesta. Luego también su hábito de torcer los escritos de la hermana White y de ignorar las verdades más claras de la Biblia con el propósito de combatir contra la “Vara” es un acto tan malvado como lo fue el del Sanedrín al crucificar al Señor. Además el prohibir a los laicos a venir en contacto con “La Vara del Pastor” es prueba positiva de que la “Vara” dice la Verdad y que ninguno de ustedes puede probar de que está equivocada; sino que todos ustedes están determinados a mantener a los laicos en la ignorancia de Ella. Si la “Vara” está en error, pruébenlo con la Biblia, entonces ustedes no se preocuparán quien lee la “Vara.” Esta es la única manera honesta, sensata y estable de tratar con Ella. Sus farisaicas generalidades, difamaciones del carácter y de esparcir chismes no comprueba que la “Vara” no ha sido enviada por Dios, sino que a pesar de todo, ustedes están en contra de Ella. Además por años la denominación ha estado abusando de las Escrituras y confundiendo y extraviando al público con su actitud de que no necesita nada y con sus interpretaciones privadas (no inspiradas) de las Escrituras. Por ejemplo, consideremos Apocalipsis capítulo 9, versículos 16 y 17. “Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí el número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, 

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 humo y azufre.” Esta es la descripción que Juan da de los 200,000,000 de caballos y jinetes. Ahora comparen la propia descripción de los caballos y jinetes de la Inspiración con la ilustración de la denominación de ellos como es dada en “Pensamientos sobre Daniel y el Apocalipsis,” p. 510. ¿Por qué la denominación no puede usar la descripción de los caballos y jinetes de la Inspiración en su exposición de las Trompetas? ¿Por qué tuvieron ellos que hacer una descripción propia? La única respuesta que se puede dar es que el propio Espíritu de descripción no encaja con sus interpretaciones no inspiradas. La incapacidad de uno para interpretar correctamente sin el don de interpretación del cielo, sin embargo, se espera y se excusa. Pero decir que la visión que se le mostró al revelador a distancia tan grande, que él fue incapaz de ver correctamente las clases de cabezas y colas que los caballos tenían y de donde venían el fuego, humo y azufre para adaptar la visión para conformarse a su interpretación de ella, no sólo es un desafío contra la advertencia de Cristo en cuanto a añadir o quitar de las Escrituras (Apoc. 22:18,19), sino que es también una total blasfemia. ¿Ven ahora lo que los así llamados grandes “hombres de experiencia” están haciendo? Estos actos sin escrúpulos condenan a todos los que se jactan de santos que están dirigiendo la denominación. Ahora estoy seguro de que ustedes ven la razón por qué está el nombre de “Blasfemia” sobre las siete cabezas de la bestia semejante a un leopardo (Apoc. 13). Y que si una cabeza simboliza un sistema religioso, entonces todos ellos deben de hacer lo mismo porque todos ellos son iguales excepto por la que tiene la herida en una de ellas, y todas ellas están en la bestia (el mundo) al mismo tiempo. Si Juan no pudo ver exactamente como eran los caballos, entonces ¿cómo pudo él ver que todos los pescados en el mar murieron? (Apoc. 8:9). Y con semejante precedente de auto exaltación del estudio de las Escrituras como la clase que 

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ustedes los ministros han establecido, ¿cómo podría alguien estar seguro que cualesquiera de los profetas vio algo correctamente? ¿No se dan cuenta ministros que semejante insensatez e interpretaciones torcidas de las Escrituras son intentos satánicos de socavar la confianza de los hombres en los profetas y en la capacidad de Cristo para revelar y describir la Verdad a sus siervos? Consideren cuán perjudicial es el cargo contra la Interpretación, ¡qué destrucción de almas y blasfemia en contra del Espíritu Santo Quien guía a toda Verdad! y ¡cuán repulsivo debe ser para Cristo, especialmente porque viene de los que pretenden servirlo! Esto solo debería ser suficiente para mostrarles que el ángel (el ministerio) de los laodicenses está ciego y desnudo y en necesidad de todo. Por el bien de sus vidas y por las vidas de otros, apártense de esas doctrinas de demonios. Ellas son cualquier cosa menos la Verdad; cualquier cosa menos las señales del Espíritu de Profecía obrando. Pregúntense cuando Turquía o cualquier otra nación tuvo alguna vez ¡200,000,000 jinetes! Y si ustedes todavía se preguntan por qué Dios permitió que errores se filtraran en la iglesia, la respuesta es: De la manera como fomentaron y propagaron los errores Él puede al tiempo correcto, a un tiempo tal como éste, exponer a los obradores de iniquidad y demostrar a los laicos que su iglesia ahora está gravemente plagada por el diablo como lo estaba la iglesia judía en el tiempo de Cristo y en consecuencia despertar a los honestos y libertarlos de sus capataces y del turbión del azote (Isa. 28:13-15). ¡Aún temerosos de venir en contacto con el error! Espero que ya no más se engañarán a sí mismos que “La Vara del Pastor” está derribando cualquier cosa que Dios ha construido. Está aquí para “restaurar todas las cosas,” no para derribarlas. Sin embargo, en cuanto a su acusación que la “Vara” enseña que la iglesia es Babilonia, los desafiamos a presentar la declaración. 

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Ciertamente, la iglesia es la iglesia de Dios, pero los que están a cargo de ella no son mejores que los que estaban a cargo del Sanedrín en el tiempo de Cristo. Esto es debido a que Dios tiene consideración suprema por su iglesia que Él así ha invadido su iglesia ahora con su Verdad como Él invadió la iglesia judía en el tiempo de Cristo, y de esta manera reclamar su pueblo derribando a aquellos que están esclavizándolos ilegalmente, enseñándoles doctrinas de demonios como ya se mostró en los párrafos de arriba, y prohibiéndoles de venir en contacto con la verdad celestial para este tiempo de crisis. ¿Ven por qué la Conferencia General no es ahora más la voz de Dios para su pueblo (Boletín de la Conferencia General, sesión 34, Vol. 4, Extra No. 1, abril 3, 1901, p. 25, Col. 1,2) que lo que fue el Sanedrín para los judíos en el tiempo de Cristo? Les rogamos hermanos que dejen de escuchar el falso clamor de paz y seguridad de los hombres que están extraviándolos, que tienen puesta su fe en la prosperidad falsa de la iglesia, sino por el contrario, que escuchen lo que Cristo está diciendo a los laodicenses. Crean en Él por el bien de su Palabra y escapen por el bien de sus vidas. Unjan sus ojos con este colirio que el Cielo ofrece para que sus ojos puedan mantenerse abiertos y de esta manera sus nombres puedan estar escritos en el libro de la vida en lugar de tenerlos en los libros de los hombres que ahora usan los registros de los libros sólo como un medio para recaudar dinero para alimentarse a sí mismos, para combatir la Verdad y para mantener al pueblo de Dios ignorante de Ella, y al mismo tiempo hacer creer que ellos son las autoridades máximas de la iglesia del cielo. No, esta ciudad (iglesia) no es su olla y ellos no son la carne en ella. Eze. 11:3,11. Además la Inspiración declara: “. . . Los que han confiado en el intelecto, el genio o el talento no estarán entonces al frente de las tropas. No se mantuvieron al paso con la luz. A los que demostraron ser infieles no se les encomendará el rebaño, Pocos serán 

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los hombres grandes que tomarán parte en la obra solemne del fin. Son autosuficientes, se han independizado de Dios, y Él no puede usarlos. El Señor tiene siervos fieles quienes se han de manifestar en la hora de zarandeo y prueba. . .” –Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 76. ¡Qué! ¿Mantenerse al paso con la luz insistiendo que ustedes no necesitan nada más? “Los que no sienten pesar por su propia decadencia espiritual ni lloran sobre los pecados ajenos quedarán sin el sello de Dios. El Señor ordena a sus mensajeros, los hombres que tienen las armas de matanza en la mano: ‘Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo.’ ” –Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 196; Joyas de los Testimonios, Tomo 2, p. 65. Aquí ustedes ven lo que realmente es el sello de Dios. Levántense contra las abominaciones y ahora tomen sus posiciones con este reavivamiento y reforma (Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p. 102), llamado por el Testigo Fiel a los laodicenses (Joyas de los Testimonios, Tomo 1, pp. 327, 328). Leer Joyas de los Testimonios, Tomo 1, pp. 334-336; Ezequiel, capítulo 9. Permítanle a Él que los manifieste. Ahora consideren honestamente el dibujo animado del cielo del mensaje para hoy, de sus portavoces, de sus directores enviados del cielo. Luego miren a su pobre falsificación. Ministros, ahora ustedes ven que esto no es un juego, sino que es la demanda propia del cielo que reposa en sus regazos ahora para hacer su decisión de a quién van a servir. Si el Señor es Dios, entonces servidle, pero si es Balaam, entonces sírvanle. 

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Sinceramente su amigo y hermano siempre firme por la Verdad y fe, aunque la mayoría nos abandone, para ser héroes por Dios –“hombres maravillosos.” Zac. 3:8. V.T. Jezreel, H.B. (Director del Movimiento Laico) 5 T 80 

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