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Llamadas Oportunas

La Única Paz de Mente

Vol. 2                                                                          N0. 33, 34

 

LA PURIFICACIÓN DEL SANTUARIO,

¿CUÁNDO Y CÓMO ES HECHA?

 

SI USTED FUERA NADA,

¿QUÉ ESCOGERÍA SER?


 

 

 

MEDITACIÓN PARA LA ORACIÓN DE APERTURA

Crecer en la Gracia o Morir

 

Esta tarde leeré de Palabras de Vida del Gran Maestro, página 45, comenzando en el último párrafo.

 

“La germinación de la semilla representa el comienzo de la vida espiritual, y el desarrollo de la planta es una bella figura del crecimiento cristiano. Como en la naturaleza, así también en la gracia no puede haber vida sin crecimiento. La planta debe crecer o morir. Así como su crecimiento es silencioso e imperceptible, pero continuo, así es el desarrollo de la vida cristiana. En cada grado de desarrollo, nuestra vida puede ser perfecta; pero, si se cumple el propósito de Dios para con nosotros, habrá un avance continuo. La santificación es la obra de toda la vida. Con la multiplicación de nuestras oportunidades, aumentará nuestra experiencia y se acrecentará nuestro conocimiento. Llegaremos a ser fuertes para llevar responsabilidades, y nuestra madurez estará en relación con nuestros privilegios”.

 

¿Cuál es nuestra necesidad de orar esta tarde? – Pidamos crecer en gracia porque no puede haber vida sin crecimiento; avanzar con la verdad; tomar ventaja de todas las oportunidades; cooperar con los agentes Divinos; estar dispuestos a llevar responsabilidades; darnos cuanta que cuando hacemos todo esto, entonces nuestras responsabilidades se acrecentarán, y nuestra madurez estará en relación con nuestros privilegios.

 

 

 

Copyright, 1954

Todos los derechos reservados

V.T. HOUTEFF

 

Vol. 2, N° 33                                                                                                                                                                                              2


 

LA PURIFICACIÓN DEL SANTUARIO,

¿CUÁNDO Y CÓMO ES HECHA?

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS D. ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 27 DE MARZO DE 1948

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 

Nuestro texto se encuentra en Daniel capítulo ocho, versículo 14. Comenzaré con el versículo 13.

 

Daniel 8:13, 14 – “Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”.

 

A esta pregunta, “¿Hasta cuándo durará la visión del contínuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?” Vino la respuesta, “Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”. Eso es, dentro de 2300 días el continuo (diario) será quitado, la prevaricación asoladora establecida, el Santuario y el ejército serán hollados. Después de esto el santuario será purificado. “Cada mañana” (margen), denota días de 24 horas – medida completa de tiempo. La palabra “sacrificio” no pertenece en el texto.

 

 

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Daniel 8:16, 17 – “Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin”.

 

La explicación de Gabriel que al tiempo del fin se cumpliría la visión, muestra que la importancia suprema de la visión es la purificación del santuario, y que esta no se cumple en el tiempo de Daniel, ni antes del tiempo del fin, sino después de los 2300 días, en el tiempo del fin.

 

Ahora puesto que los 2300 días comenzaron en el quinto siglo antes de Cristo (como se ve en los siguientes versículos), y puesto que la visión había de ser para muchos días, para el tiempo del fin, entonces obviamente los 2300 días deben ser calculados día por año como en Ezequiel 4:6. Los 2300 días, por lo tanto, son realmente 2300 años, al fin de los cuales el santuario es purificado. ¿Qué señales han de marcar el tiempo del fin? –

 

Daniel 12:4 – “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”.

 

El ángel explicó que al tiempo del fin muchos correrán de aquí para allá y la ciencia se aumentará. Y el hecho que los hombres están corriendo de aquí para allá y la ciencia se ha aumentado en sí misma prueba que ahora estamos viviendo en el tiempo del fin, que la visión ahora debe ser entendida, y que el santuario ahora debe ser purificado.

 

 

 

 

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Daniel 8:18-21 – “Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero”.

 

Aquí vemos donde comienza la historia profética de esta visión. Comienza con el imperio Medo-Persa, y nos lleva en el tiempo hasta las victorias de Alejandro el Grande.

 

Daniel 8:23 – “Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas”.

 

Al cabo del fin de los Medos y los Griegos, cuando los prevaricadores, los Judíos, se cumplan, otro rey o reino se levantaría. Por supuesto este no es otro que Roma, el reino que invadió las cuatro divisiones de Grecia.

 

Daniel 8:26, 27 – “La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía”.

 

Daniel aquí confiesa que la escasa explicación que Gabriel dio concerniente a la visión no fue suficiente. Nadie podía entenderla.

 

 

 

 

 

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Consecuentemente, como el tiempo pasaba y él todavía no podía entender la visión aunque el tiempo establecido para la liberación había llegado, gráficamente dijo:

 

Daniel 9:1-3, 22, 23 – “En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza … Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”.

 

Porque Gabriel iba a comenzar donde se quedó (Daniel 8), le aconsejó a Daniel considerar primero la visión. Luego dijo Gabriel:

 

Daniel 9:24 – “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos”.

 

Puesto que Gabriel aquí está explicando la visión del capítulo 8 – las cosas que debían tomar lugar durante los 2300 días – las setenta semanas son por lo tanto una parte de los 2300 días.

 

 

 

 

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Estudiemos ahora el tema con la ayuda de esta gráfica.

 

Las setenta semanas son realmente 490 años. Note que durante estos 490 años, el pueblo de Daniel, los Judíos, habían de concluir el pecado y hacer reconciliación por sus iniquidades, o de otro modo se rindieran sin esperanza. Después se le dijo a Daniel donde comienzan las setenta semanas:

 

Daniel 9:25 – “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”.

 

Desde el mandato para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, hasta Cristo, habría 7 semanas (49 años), y 62 semanas (434 años) – 69 semanas en total, o 483 años. La historia muestra que el decreto para edificar la antigua ciudad salió en 457 a.C. De ahí que 483 años desde 457 a.C. nos trae hasta 27 d.C., al año que Cristo, el Mesías, fue bautizado. (Este incidente, también, prueba que los 2300 días son calculados día por año, y que las setenta semanas son el primer bloque de tiempo dentro de los 2300 días. Véase la gráfica). Ahora debemos recordar que después de cortar las 69 semanas de las 70 semanas aún hay una semana. Lo que toma lugar durante esta semana es dicho en los versículos que siguen:

 

Daniel 9:26, 27 – “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el

 

 

 

 

 

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fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

 

De lo que había de tomar lugar durante las primeras siete semanas o 49 años Yo no estoy preparado para decir, pero al fin de las siguientes 62 semanas, o 434 años se había de quitar la vida, crucificar al Mesías. Durante la semana restante, la 70, él había de confirmar el pacto con muchos, y a la mitad de ella se le quitaría la vida, crucificaría; es decir, habría 3 ½ años desde su bautismo hasta su crucifixión, y 3 ½ años después de la crucifixión en los cuales él habría de confirmar el pacto. Esto completa las 70 semanas y nos trae al tiempo que los apóstoles fueron enviados a salir y predicar el Evangelio a los Gentiles: Uno llamado Cornelio (un Gentil), y Pedro (un Judío y un Apóstol) a ambos se les dio una visión: a Cornelio se le instruyó ver a Pedro y a Pedro se la mandó encontrarse con Cornelio. Véase Hechos, capítulo 10. Los Judíos como nación fracasaron en concluir el pecado y por lo tanto fueron rechazados, rendidos.

 

El sacrificio de Cristo al final de los primeros 3 ½ años reemplazó el sistema ceremonial de sacrificios, y así él hizo cesar el sacrificio a la mitad de la semana. Todo esto, tiempo y eventos, vemos, tomó lugar exactamente como Gabriel lo predijo.

 

No obstante, con esta explicación adicional, Daniel todavía no podía comprender todo

 

 

 

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lo que estaba en la visión. Pero al pasar el tiempo, y mientras su carga por la liberación de su pueblo aumentaba, sabiendo que el tiempo había llegado, oró por luz. Su oración está registrada en la primera parte del capítulo 10, después de la cual el ángel apareció y de nuevo le explicó:

 

Daniel 10:21 – “Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe”.

 

Entonces a Daniel se le prometió toda la luz que puede ser dada, no sólo en la visión de Daniel 8, sino en todo lo que está escrito en la escritura de verdad en conexión con la visión. Lo que el ángel le mostró está registrado en Daniel 11 y 12:

 

El capítulo 11, vemos, comienza con la visión de Daniel 8, con los reyes de Medo-Persia y Grecia simbolizados por el carnero y el macho cabrío en el capítulo 8. Luego se le dijo a Daniel que la explicación al último era suficiente, pero que era imposible para él entenderla toda, porque la visión estaba sellada hasta el tiempo del fin (capítulo 12, versículos 8, 9).

 

Por esta larga historia y geografía proféticas como se ve en los capítulos 11 y 12, el ángel nos trae hasta el tiempo del fin, hasta el tiempo que toma lugar la purificación. Y aquí está la naturaleza de la purificación de acuerdo a la palabra del ángel:

 

Daniel 12:1 – “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de

 

 

 

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angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro”.

 

Libertando a los justos, él separa completamente los justos de entre los impíos – pone el “pescado” bueno en vasos y arroja el malo (Mateo 13:48). El limpiará su pueblo de pecado y pecadores.

 

Daniel 12:2, 3 – “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.

 

Los impíos que se levanten con los justos en esta resurrección mixta también serán separados de los justos. Los impíos serán puestos para vergüenza y confusión perpetua, pero a los justos se les dará vida eterna.

 

Daniel 12:10 – “Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”.

 

Los justos vivos serán purificados, pero los impíos vendrán a ser aún mas impíos.

 

Daniel 12:11, 12 – “Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días”.

 

 

 

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Aquí es introducido otro bloque de tiempo dentro de los 2.300 días, comenzando desde el tiempo que el continuo es quitado y la abominación establecida. (El continuo representa algo que no debía haber sido quitado, y las abominaciones representan algo que no debía haber sido establecido. La palabra “sacrificio” es suplida y no pertenece en el texto. Para luz en esto léase el Tratado No. 3, El Juicio y La Cosecha).

 

Nótese, como quiera, que la bendición prometida (la purificación) no comienza hasta después de los 1.335 días, o años terminen.

 

Ahora puesto que el periodo de los 2.300 años en el 457 a.C., con el mandato para restaurar y reedificar la ciudad de Jerusalén, consecuentemente los 2300 días terminan en 1844, el tiempo en que terminan los 1.335 días, entonces comienzan los días de las bendiciones. Sea recordado que esta purificación del santuario incluye la purificación de ambos los que serán resucitados y los que estarán vivos durante el tiempo de la purificación. Hablando por medio del profeta Ezequiel de la purificación entre los vivos, el Señor dice:

 

Ezequiel 36:24-29 – “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros

 

 

 

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padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios. Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre”.

 

Veamos, ninguno de los vivos puede en realidad ser limpiado de todas sus marcas de pecado mientras esté entre las naciones Gentiles. Primero deben ser separados de entre los hipócritas y Gentiles, luego deben ser traídos a su propia tierra, para ser esparcidos con agua limpia, limpiados de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos, cuando ellos lleguen a su propia tierra, no antes. Aún un nuevo corazón se les dará allí, y un nuevo espíritu también. Así hará el Señor que anden en sus estatutos y guarden sus derechos para siempre. Así regresarán y habitarán en la tierra de sus padres, Palestina, y así serán el pueblo de Dios eternamente. Estas cosas, vemos, son premilenarias.

 

Ahora examinemos la purificación de acuerdo a los profetas Joel, Malaquías, y Jeremías –

 

Joel 3:21 – “Y limpiaré la sangre de los que no había limpiado; y Jehová morará en Sion”.

 

Malaquías 3:1-3 – “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en

 

 

 

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justicia”.

 

Jeremías 31:31-33 – “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”.

 

El viejo pacto ha sido para guardar los mandamientos mientras que están escritos, no en el corazón, sino en tablas de piedra, contra la voluntad del corazón de piedra. Pero el nuevo pacto es para limpiarlos de sus corazones de piedra, y para escribir los mandamientos en sus corazones de carne.

 

Jeremías 31:34 – “Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.

 

Cuando el pueblo de Dios sea así limpiado, todos conocerán al Señor. Entonces ellos serán en verdad su pueblo, su nación. Y la garantía de Dios es ésta:

 

Jeremías 31:35, 36 – “Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche,

 

 

 

 

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que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre: Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente”.

 

¿Hace Dios esto porque su pueblo ha sido bueno o porque él quiere vindicar su nombre? Veamos:

 

Ezequiel 36:20-24 – “Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido. Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron. Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos. Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país”.

 

Claramente, la Palabra declara que el santuario será purificado, que la tierra también será reclamada, y el Reino restaurado, no por la bondad del pueblo, sino por causa del nombre de Dios, por causa de su bondad propia. Los Gentiles, también, conocerán lo que Dios ha hecho por su pueblo, porque las Escrituras muestran que todo esto tomará lugar ante sus mismos ojos. Esta misma purificación Cristo la describe así:

 

 

 

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Mateo 25:32-34 – “Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”

 

Aquí hay una verdad que la Denominación ha pasado por alto; ellos piensan que van a hacer una línea recta al trono de Dios para el Milenio. Pero de acuerdo a las Escrituras, aquí vemos que el pueblo primero debe ser separado de entre los gentiles, luego limpiado de todas sus inmundicias, y así habilitado para poder estar en la presencia de un Dios puro y eterno. Así es purificado el santuario entre los vivos, y así el pueblo es apto para reinar con Cristo mil años.

 

Hermanos, Hermanas, asegúrese que usted se encuentre, no entre los cabritos a su izquierda, sino con las ovejas a su derecha si ha de oír al Rey decir: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. (Mateo 25:34).

 

Y recuerde que ahora nosotros hemos estado viviendo “en el tiempo del fin” por algunos años. Además, esta luz ahora ha venido porque la purificación de los miembros vivos de la iglesia está a la mano.

 

 

 

 

 

 

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SI USTED FUERA NADA,

¿QUÉ ESCOGERÍA SER?

 

TEXTO DE LA ALOCUCIÓN POR V. T. HOUTEFF

MINISTRO DE LOS D. ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA

EL SÁBADO, 17 DE ABRIL DE 1948

CAPILLA DEL MONTE CARMELO

WACO, TEXAS

 

Nuestro texto se encuentra en 1ª Reyes 3:5.

 

1ª Reyes 3:5 – “Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé”.

 

Salomón pidió sabiduría, y junto con ella él obtuvo todo lo que un hombre puede desear tener. (1ª Reyes 3:10-14). Si se nos diera a elegir como se le dio a Salomón, ¿qué pediríamos? – Temo que muchos de nosotros no pediríamos por algo tan bueno como pidió Salomón. Pienso que la mayoría de nosotros pediríamos una razonable cantidad de dinero, y algunos quizá pediríamos grandes riquezas, otros una esposa o un esposo. Y ¿que me hace pensar esto? – Simplemente porque yo veo a muchos consagrándose a ganar y cazar, no a aprender.

 

Suponiendo que usted fuera nada, y tuviera suficiente sentido para oír la voz de Dios, como lo hizo Salomón, diciendo: “¿Qué deseas ser? Pídelo y te lo daré”. A usted, por supuesto, le gustaría ser lo mejor en la creación de Dios – un ser humano.

 

 

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Supongamos que su pedido le ha sido otorgado, que usted ha llegado a ser un bello ser humano, pero no ha avanzado más lejos: Con todo usted no pertenece a ninguna familia, raza, gobierno o nación. Usted no sabe nada acerca de Dios y nada acerca de religión.

 

Después en su progreso entre los vivos, a usted le gustaría escoger su nacionalidad. ¿Cuál de toda la gente en la tierra elegiría ser? Yo elegiría ser un Hebreo, porque la nación Hebrea de todas las naciones en la tierra tiene en su origen profetas, reyes y sacerdotes. La nación Hebrea, por supuesto (no me refiero a los Judíos incrédulos del presente), el tiempo actual no tiene gobierno propio, está esparcida entre las naciones. Por lo tanto tendría que escoger el gobierno bajo el cual le gustaría hacer su hogar. Puesto que los Estados Unidos de América es la nación más próspera, y puesto que bajo su gobierno usted puede moverse con más libertad que en alguna otra nación, sin duda usted elegiría hacerse uno de sus ciudadanos.

 

Suponga enseguida que usted fuera grandemente impresionado a unirse a una iglesia. Habiendo sólo tres religiones para elegir – Pagana, Cristiana, y Mahometana – ¿cuál elegiría para usted? La sabiduría que Dios le ha dado le diría que tendría que ser la que tenga el mejor y más largo récord, la que ha probado su origen y su resistencia, la que se ha probado capaz de salvar un pecador, levantar los muertos, y trasladar a los vivos.

 

Puesto que sólo la religión de Cristo se ha probado capaz de hacer todo esto y de predecir el surgimiento y caída de las naciones, y las gentes, pasadas, presentes, y futuras – desde el tiempo

 

 

 

 

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inmemorial hasta el tiempo del fin. Y puesto que su fundador mismo sostiene crédito por crear el mundo; y de ser el Hijo de Dios, el principio y el fin, el Salvador de toda la humanidad, a usted le gustaría unirse a ella. De hecho, si uno ha de cosechar todo el beneficio de la religión, entonces estos son los requisitos que su religión debe tener. Y si estas son las razones principales para uno abrazar la religión, entonces no hay alternativa sino tomar la religión Cristiana, porque sólo esta respalda su garantía con hechos actuales, con acciones actuales.

 

Suponga que usted ha llegado a ser un Cristiano del todo sincero, pero usted es confrontado con un problema más grande aún; es decir, usted encuentra el Cristianismo dividido en muchas sectas, una diferente de la otra tanto en doctrinas como en comportamiento. Por lo tanto usted es forzado a elegir la secta que le gustaría unirse, la secta que le gustaría que fuera la suya.

 

Su elección, por supuesto, tendría que ser de nuevo basada en los hechos, no en suposiciones. Y puesto que la Biblia misma ha venido a ser su única guía, su único maestro, usted tendría que consultarla, y su elección tendría que ser hecha en conformidad con ella. Y si usted está viviendo ahora en el tiempo del fin, en el tiempo que La Revelación de Juan realmente habla y resplandece sobre el sendero de los santos, por su puesto, usted tendría que consultar el libro de Apocalipsis primero y unirse a la secta que él recomienda. ¿Y cuál es? – Veamos Apocalipsis 12 –

 

Apocalipsis 12:15 – “Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río”.

 

 

 

 

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La mujer, sabemos, es el símbolo de la secta, la Iglesia.

 

Apocalipsis 12:16 – “Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca”.

 

Sólo esta Iglesia, vemos, es favorecida aun por la tierra misma. Sólo esta secta es salvada del río del Dragón, salvada de ser arrebatada por el río de hipócritas y “cizañas” en su medio.

 

Apocalipsis 12:17 – “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.

 

Aquí, vemos, el remanente – los que son dejados después que los otros son sorbidos por la tierra, por así decirlo – guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Este remanente, o secta, que guarda los mandamientos de Dios, por consiguiente, es la única que la Inspiración recomienda, la única que vale la pena unirse, la única que le puede beneficiar. Sólo esta posee el poder para escapar cualquier y todas las calamidades que ahora amenazan por todo el mundo. Es la única secta que encuentra el favor de Dios. Ninguna otra lo haría, porque ninguna otra podría beneficiarle.

 

Entonces, también, sólo esta tiene el Testimonio de Jesucristo – el Espíritu de Profecía vivo en su medio (Apocalipsis 19:10), – el Espíritu que guía a toda Verdad, quien solamente puede interpretar correctamente las Escrituras (2ª Pedro 1:20, 21). Claramente, entonces, la Inspiración no le haría unirse a otra secta sino a este “remanente”.

 

 

 

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Guardar los mandamientos de Dios, entonces, involucra guardar cada uno de ellos, porque “cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es culpable de todos” Santiago 2:10. Y recuerde, también, que el guardar los mandamientos puede ser reconocido abiertamente sólo por guardar el mandamiento del Sábado, el mandamiento que dice:

 

“Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”. Éxodo. 20:9-11.

 

El día Sábado, vemos, es creado santo, pero los primeros seis días son creados para trabajar. El Sábado, el séptimo día es el único Sábado, y en toda la santa Palabra de Dios no hay mandato para guardar otro día en su lugar. El guardar el Sábado, el séptimo día testifica de la fe de uno en el Creador, y contra la evolución. Un sustituto del Sábado, por consiguiente, no puede ser mas aceptable como un mandamiento de Dios que lo que pudo haber sido aceptada la ofrenda de Caín como el sacrificio ordenado por Dios.

 

No, no contradiga al Señor diciendo que el séptimo día es para los Judíos solamente, porque el Señor dice:

 

Isaías 56:2-7 – “Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y

 

 

 

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que guarda su mano de hacer todo mal. Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos”.

 

 

El único Sábado que Jesús conocía era el Séptimo Día Sábado, y mirando hacia la gran tribulación, absorto en la Era Cristiana, él dijo: Mateo 24:20, 21. Vemos que el Sábado, es para todos los pueblos, tanto en el tiempo del Antiguo y Nuevo Testamento. Más aún, otra vez hablando de la Era Cristiana, el tiempo en que la tierra es hecha nueva, la inspiración declara:

 

 

 

Isaías 66:23 – “Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de

 

 

 

 

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mí, dijo Jehová”.

 

Puesto que “El Apocalipsis”, el libro que habla al pueblo de Dios en este tiempo, recomienda la secta que guarda los mandamientos y que tiene el don de profecía, usted no puede sabiamente conectarse con ninguna otra secta. Y puesto que Dios así lo declara, debe ser que hay sólo un pueblo tal en este tiempo particular que tiene el testimonio vivo de Jesucristo, el Don del Espíritu de Profecía. Además, para que Dios ponga el Don a mas de un pueblo, sería causar confusión y desastre a su propia obra, frustrar su propio propósito. Aún más, si más de uno tiene el Don, entonces todos ellos necesariamente tienen que coincidir en uno. Pero desde que no hay dos sectas que estén de acuerdo una con la otra, la verdad de que sólo hay una secta que tiene el Don es una realidad absoluta. Y mientras usted puede elegir guardar el mandamiento del Sábado, usted no puede inspirarse con el Espíritu de Profecía – este Don es conferido sobre el remanente por Dios mismo.

 

Su siguiente problema en su progreso de vida sería encontrar el nombre propio del pueblo que guarda los mandamientos, un nombre que realmente por práctica exprese que ellos son “el remanente”, porque un nombre Divinamente inspirado debe en realidad señalar el pueblo que Inspiración aquí recomienda. Y cualquier otro nombre en ellos sería engañoso, y el mismo nombre en algún otro pueblo sería engañoso, también.

 

No descuidemos notar, también, que el nombre de un pueblo en realidad no es un nombre sino un título. Y los títulos, sabemos, cambian tan pronto como la Verdad se desarrolla, tan pronto como la Verdad avanza de una fase de la obra del evangelio a otra.

 

 

 

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Para ilustrar: Aún los nombres personales de los patriarcas, por los cuales varios movimientos del pasado fueron llamados, fueron cambiados al paso del tiempo. Abram, recuerda, en el proceso del tiempo fue llamado Abrahán; y Jacob fue llamado Israel. Entonces, también, la Iglesia del tiempo de Moisés fue llamada Israelita, en el tiempo de Cristo era llamada Judía, y después Cristiana. Finalmente vino el tiempo que fue llamada Católica o Protestante. Después Luterana o algún otro. Cada una de estas fue descendencia de la antigua. No los que se quedan atrás, sino los que marchan con el mensaje de Dios, al pasar el tiempo son siempre reconocidos por el Cielo como la Iglesia.

 

Al comienzo de cada mensaje el pueblo que marcha con la Verdad fueron los miembros individuales de la iglesia que habían llegado a ser una iglesia por la aceptación de un mensaje, un mensaje que su fundador trajo. Por ejemplo, toda la iglesia Judía no vino a ser la iglesia Cristiana, pero la iglesia Cristiana trajo sus miembros de la iglesia Judía y los trajo a la Verdad avanzada, Verdad especialmente adaptada para el tiempo y el pueblo entonces.

 

Como nosotros estamos viviendo en el tiempo del Apocalipsis, en el tiempo del desarrollo de las profecías que apuntan al establecimiento del Reino como también al Segundo Advenimiento de Cristo, la Iglesia en este tiempo, por consiguiente, lógicamente no puede ir por otro nombre que un nombre que le convenga a su fase (avanzada) actual de la obra del evangelio.

 

Claramente, entonces, su nombre debe expresar las verdades que defiende: es decir, guardar

 

 

 

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los mandamientos, el segundo advenimiento de Cristo, y también la restauración del Reino Davidiano de acuerdo a la profecía. De aquí que el nombre lógico que representaría su obra desde este tiempo hasta el tiempo que el Reino es establecido, sería Davidiano Adventista del Séptimo Día, – un nombre que testifica del mensaje del Reino, de guardar los mandamientos de los cuales el Sábado del séptimo día es una parte, y del segundo advenimiento de Cristo.

 

Ahora vemos que cada oportuna Verdad adicional trae un oportuno nombre adicional. Y usted que no ha sido bautizado en el nombre de la Iglesia, sino en el nombre de Cristo por medio de la Verdad del Espíritu, usted que no está atado a ningún hombre, sino a Cristo, no puede ayudar yendo con el Espíritu de Profecía que desarrolla la Verdad y nombra su pueblo. Usted no puede, por lo tanto, permitirse pararse sosegadamente, soñando ser rico y estar rico, en necesidad de nada mientras en hecho espiritualmente usted es pobre y desnudo. Y estará así, si descuida avanzar con la Verdad para este tiempo.

 

Finalmente, necesita saber concretamente cuál es el mensaje del Reino, el “mensaje adicional” (Primeros Escritos, página 277), y la fase de su obra que promueve el título “Adventista del Séptimo Día” al título Davidiano Adventista del Séptimo Día.

 

Isaías 11:11, 12, 16 – “Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y

 

 

 

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reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra  … Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto”.

 

Si el pueblo de Dios que está en Babilonia ha de salir de ella para escapar de sus plagas (Apocalipsis 18:4) y para evitar los pecados que están en Babilonia cuando ella se monte en la bestia y gobierne el mundo (Apocalipsis 17) necesariamente ellos deben ir a un lugar que no es vulnerable a sus plagas, y donde no hay pecado. ¿Dónde es ese lugar? – Dejemos que la Biblia de la respuesta:

 

Ezequiel 37:21-28 – “Y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán

 

 

 

 

 

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ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre”.

 

Ezequiel 36:22-28 – “Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos. Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios”.

 

Ahora usted puede apreciar más completamente el nombre

 

 

 

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Davidiano Adventista del Séptimo Día. Y así si usted no fue nada ayer, y Divinamente un ser humano iluminado hoy, al menos usted sería un Davidiano Adventista del Séptimo Día.

 

Suponga, entonces, usted entonces ¿desearía ir a la perfección?. Por supuesto clamaría de nuevo al Señor, y diría:

 

Miqueas 6:6, 7 – “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?”.

 

Y ahora esta es la respuesta de Dios a su clamor:

 

Miqueas 6:8 – “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.

 

Si, aquí tiene la respuesta para el deseo de su corazón: Hacer juicio, amar misericordia, humillarte para andar con tu Dios; no altivo y arrogante. Y que más, la Inspiración continúa:

 

Miqueas 6:9 – “La voz de Jehová clama a la cuidad, y el sabio mirará a tu nombre. Oíd la vara, y a quien la establece”.

 

La Vara del Pastor, los libros que la Inspiración nombró e inspiró su contenido, siendo la única Vara en el mundo que puede oírse hablando, el Señor ordena que usted debería oírla, que usted no malgasta el tiempo en decidir

 

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entre la literatura de la Vara y alguna otra. Porque no hay otra hoy que la literatura de la Vara que Dios le recomienda oír. Y cuando usted oye la Vara, se encontrará envuelto en el amor de Cristo y en los “brazos” de Dios. Pruébelo.

 

Ahora escuche su Palabra y permítale decirle en el lenguaje de los profetas mas acerca del día que usted y yo nos estamos aproximando, el día con el cual estamos casi cara a cara. Con la luz ya dada, las siguientes escrituras no necesitan comentarios especiales, son evidentes.

 

Miqueas 6:9 – “La voz de Jehová clama a la ciudad, y el sabio mirará a tu nombre. Oíd la vara, y a quien la establece”.

 

Zacarías 13:8, 9 – “Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”.

 

Zacarías 12:8-10 – “En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora

 

 

 

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por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”.

 

Jeremías 30:9 – “Sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré”.

 

Ezequiel 37:24-26 – “Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre”.

 

Puesto que ahora se le instruye en Verdad y justicia, y puesto que la tierra todavía no ha sorbido el río del Dragón, también puesto que este mensaje es solo el anuncio de que la tierra pronto sorberá el río, con qué clase de miembros de la iglesia le encantaría mas asociarse? – ahora oiga la clase que el Señor recomienda:

 

Mateo 5:3-16 – “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos

 

 

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alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.

 

 

 

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