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EL JUICIO Y LA SIEGA

 

Todos los Derechos reservados Autor V. T. Houteff.

Para el beneficio de escudriñador de la verdad que decee evitar el camino que conduce a la perdición del alma y del cuerpo, este tratado será repartido gratuitamente mientras que haya más ejemplares.

Tratado No. 3

 IMPRESO EN ESTADOS UNIDOS

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Aunque es la obra culminante de nuestra salvación y del establecimiento del reino de Cristo en la tierra, con todo el "juicio investigador" es uno de los temas bíblicos menos comprendidos, y más mistificados y confusos de todas las edades. Si este tema no fuera tan importante para nuestra salvación, el enemigo no hubiera hecho todo esfuerzo posible para rodearlo de tinieblas. Es imperativa, entonces, la constante necesidad de escudriñar las escrituras, "como un tesoro escondido," y para suplicar a Dios por la dirección de Su Espíritu para poder comprender este tan importante tema correctamente. No obstante, sería inútil, cualquier investigación en pos de la verdad a menos que sea con el propósito de aprender y hacer la voluntad de Dios. Por lo tanto, "El que quiera hacer la voluntad de Dios," dice Jesus, "conocerá si la doctrina es de Dios." Juan.7:17.

Puesto que el tema del juicio es enseñado en tipos y parábolas, y puesto que el señor explica que daba sus enseñanzas parabólicamente para que solo sus discípulos pudiesen comprender los misterios del reino de los cielos (Mateo 13:1), obviamente, por lo tanto,

Ninguno Sino Sus Seguidores Pueden Comprender Toda La Verdad.

Dice: "Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

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también el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró."

En éstas parábolas, Cristo claramente recalca la verdad presente como la imprescindible condición para el establecimiento de su reino, y esfuerzo supremo como la condición indispensable para entrarlo. Así que, "Sólo los que hayan fortalecido su espiritu con las verdades de la Biblia podrán resistir en el último gran conflicto. Todo alma ha de pasar por la prueba decisiva: ¿obedeceré a Dios antes que a los hombres? La hora crítica se acerca. ¿Hemos asentado los pies en la roca de la inmutable Palabra de Dios? Conflicto de los Siglos p. 651,652.

Salgamos del estupor de presumir en la gracia de Dios, mientras que le consideramos responsable por cualquier asunto que surge en nuestra vida. El ha hecho su parte perfectamente al trazar completamente el angosto sendero al reino; ahora, hagamos nuestros mejores y honestos esfuerzos para seguirlo hacia el fin del camino, y el gozo que allá nos espera!

Pero nunca podemos hacer esto a menos que regresemos a los hitos antiguos, abandonando al diablo, quien ha desviado al pueblo de Dios del "camino y la verdad y la vida." (Juan 14:6) y lo ha dirigido por un "camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte." Prov.14:12.

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EL JUICIO Y LA COSECHA

EN TESTIMONIO, PARABOLA,

Y CEREMONIA

 

EN LA LUZ DE LOS TESTIMONIOS DE LOS

PROFETAS.

Puesto que algunos sostienen de una forma muy firme, que esta verdad tan importante (del Santuario) no puede sostenerse mediante las Escrituras solamente, el lector debe prestar atención, por lo tanto, a lo que dice la Biblia:

"Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia, su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un rio de fuego procedía y salia de delante de él; millares le servian, y millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos." Daniel 7:9,10.

En esta escritura se presentan cuatro hechos pertinentes: (1) los tronos no estaban pesentes antes del comienzo visionario de esta escena. (2) El Anciano de días vino y se sentó cuando los tronos fueron puestos; (3) entonces los libros fueron abiertos; (4) todos los cuales (tronos, Anciano de días, y libros)

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revelan el escenario de un juicio. Y puesto que los libros constituyen, evidentemente, el punto central en la escena, surge natualmente la pregunta,

¿Por Qué Razón hay Libros?

Para tener un concepto correcto del juicio, es fundamental comprender debidamente su naturaleza y la razón para que hayan libros. En cuanto a estos últimos, declara Juan el Revelador:

"Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras." Apoc.20:12.

Incuestionablemente, por lo tanto, los libros contienen los nombres y los registros de todos los que han de ser juzgados. Y naturalmente estos nombres y registros se registraban mientras cada persona aún vivía. Dice el Salmista "Mi embrión vieron tus ojos, y en tus libros estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas." Salmo 139:16 "Jehová contará cuando se escribieren los pueblos: Este nació allí." Salmo 87:6.

De esta forma revela la Inspiración que los hechos de cada persona son registrados con exactitud terrible en los libros del cielo, y que la razón para que hayan libros está intimamente ligada

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La Razón Para un Juicio.

El hecho de que no todos los nombres una vez inscritos en los libros del Cordero van a quedar en ellos, se ve con triste claridad en las siguientes escrituras:

"Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mi, a este raeré yo de mi libro." Exo.32:33. "Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro." Apoc.22:19.

Consiguientemente, los libros contienen los nombres de una multitud mixta - los que se mantuvieron firmemente en la fe, continuando pacientemente hasta el fin, y los que no lo hicieron. Cristo dijo: "Mas el que perseverare hasta el fin éste será salvo." Mateo.24:13. Pero los que no lo hacen se perderán.

"Estos son los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raiz en si, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan." Marcos.4:16,17.

¡"O Jehová, esperanza de Israel! Todos los que te dejan serán avergonzados; y los que se apartan de mi serán escritos en el polvo, porque dejaron a Jehová, manantial de aguas vivas." Jer.17:13.

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Entonces tiene que llegar un día de dar cuentas, un día cuando el nombre de los que se hallaron indignos de la vida eterna serán borrados del libro de la vida del Cordero -- un procedimiento para el cual el único término correcto es el "Juicio investigador."

Y ahora que ha venido el "tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios...," "tu pues sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo." (2 Tim.2:3) "y si primero comienza por nosotros, ¿cual será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?" 1 Ped.4:17.

Puesto que, por lo tanto, en la plenitud del tiempo el juicio comenzará por la casa de Dios, la iglesia, cada uno es confrontado con la necesidad imperativa de saber

¿Cómo los Nombres Son Retenidos en el Libro?

Al momento en que aceptamos a Cristo como nuestro salvador personal por la Palabra de verdad -en ese momento supremo Dios perdona nuestros pecados, y las manos manchadas por el calvario inscriben nuestros nombres en el Libro de la Vida del Cordero. Luego simultaneamente la pluma de los ángeles empieza en el registro celestial la crónica para vida o muerte de nuestra experiencia cristiana, separada de nuestro pasado. "Pues aún vuestros cabellos están todos contados." Mat.10:30. Por lo tanto, "no dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel que fue ignorancia." Ecles.5:6.

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Pues en el juicio investigador los libros son abiertos y los hechos realizados en la carne son traídos a luz para una cuenta final ante el Anciano de Días. Todos los que se mantuvieron firmes hasta el fin tendrán sus pecados borrados de los libros para siempre y sus nombres serán retenidos en los libros; mientras que todos los que no son vencedores tendrán sus pecados retenidos para siempre y sus nombres serán borrados de los libros.

La mayor prueba para el hombre, y que siempre ha requerido una decición casi instantánea, es la que debe enfrentar al descorrer los velos del rollo sagrado en el eclipse de un mensaje pasado por uno nuevo, la verdad presente. En ocasión tal cada quien se ve obligado a decidir: ¿Prestaré atención a esta nueva e impopular verdad andando en su luz, juntándome con los que son menospreciados por casi todo líder religioso de la tierra? ¿O me dejaré desviar por las decisiones y consejos del ministro de mi iglesia?

Cuando el juicio empieza y los libros son abiertos y los casos de cada generación desfilan en sucesión ante el tribunal judicial, algunas generaciones hallan que sus nombres son borrados casi por completo en lugar de sus pecados. Cuando la generación del primer advenimiento de Jesús se pese en la balanza del santuario, una nación entera se encontrará falta y sus nombres serán borrados del libro. Y así ha sido, con algún grado de variedad, en todas las edades con todos los mensajes al ser presentados por primera vez.

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"Diferentes períodos de la historia de la iglesia fueron señalados por el desarrollo de alguna verdad especial adoptada a las necesidades del pueblo de Dios en aquel tiempo. Cada nueva verdad se abrío paso entre el odio y la oposición; los que fueron favorecidos con su luz se vieron tentados y probados."--Conflicto de los Siglos. p.667.

Por eso, "cuando viene un mensaje en el nombre del Señor, nadie debe eximirse de hacer una investigación de sus alegaciones" Testimonios Para la Obra Sabática p.65 (en inglés). Ponga a un lado todos los prejuicios, opiniones propias e ideas de hombres que no llevan el sello de la Inspiración, y quienes por sus acciones dicen en efecto, "Yo soy rico, y me he enriquecido y de ninguna cosa tengo necesidad" (sea verdad o profetas) Apoc.3:17.

La Biblia puede interpretarse correctamente solo por el Espíritu quien la dictó. "El os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere y os hará saber las cosas que habrán de venir." Para que "estéis confirmados en la verdad presente."

Y "todo aquel...que blasfemare contra el Espíritu Santo (hablar contra el mensaje) no le será perdonado", pues es el único medio por el cual podemos ser salvos. (Juan 16:13; 2 Ped.1:12, Lucas 12:10).

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 Consiguientemente, el mayor peligro del pueblo no ha sido el de escuchar el error sino más bien el de rechazar la verdad presente. "Si viene un mensaje", dice el Señor, "que no comprenda, afánese por oir las razones que expone el mensajero... entonces presente sus razones sólidas; su posición no será sacudida por venir en contacto con el error."--Testimonios para la Obra Sabatica p.65,66 (en inglés). "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga." 1 Cor.10:12.

Claramente entonces cualquiera actitud que influye en uno para no hacer una investigación honesta de cualquier mensaje que pretenda tener verdad adicional, inevitablemente ha de traer la ruina sobre si mismo. Mientras que por otro lado aquel que acepta la verdad pero no la practica ni la proclama fielmente, de igual modo acarrea ruina sobre si mismo - contra la cual amonesta Ezequiel:

"Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo (un mensaje) delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tu habrás librado tu alma." Ezeq. 3:20,21. Pero tocante a los impíos, "sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos." Sal.69:28.

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Habiendo sido así establecida en forma sólida esta verdad, se ven que todas las posiciones opuestas sobre el juicio investigador son

Conclusiones Sin Fundamento.

A causa de su creencia errónea que el trono de Dios ha estado siempre en el santuario y que Cristo después de su ascención se sentó allí a la diestra de su Padre, los hombres han hecho todo esfuerzo posible para probar que Cristo entró en el lugar Santísimo inmediatamente después de dejar a sus discípulos. Pero semejantes esfuerzos, si bien que son bien-intencionados en cuanto al interés de la verdad, son presentados por intelectos, no inspirados por el Espíritu de Verdad, sino del prejucio, deberíamos suplicar diligentemente al Señor por el consolador prometido para que nos guie a toda la verdad, y que nos salve de la presunción y dando, ciegamente, cosas por sentado, llegando a conclusiones sin cavar más allá de la superficie.

"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual haceís bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." 2 Ped.1:19-21.

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El lector sabio, por lo tanto, desde hoy y en adelante, dejará de dar consideración a teorías y conjeturas humanas que le tientan poderosamente a depender en el brazo humano. Más bien prestará atención dilígente a la profecía bíblica y a las explicaciones inspiradas, y por consiguiente aprenderá de ellas que el santuario es

El Salón Temporáneo ds.

 Puesto que los seres terrestres, nunca han estado en el cielo, naturalmente desconocen las realidades celestiales (1 Cor.2:9), entonces para revelar la verdad celestial a ellos, tiene que revelarla mediante las realidades terrenales con las cuales están familiarizados. Por eso, por medio de la obra del santuario en la tierra se ve la obra del santuario en el cielo (Heb.9:1-9). Efectivamente, el santuario en lo alto, siendo el modelo del terrenal, los servicios del primero son revelados en los del segundo. Y el hecho de que el santuario terrenal era designado (como) un lugar para la confesión y perdón de pecados, muestra que el salón del trono en el santuario celestial es solo provisionario. Desde allí, mientras exista pecado, el Señor lleva a cabo la obra de quitar del universo el pecado y los pecadores. Y esta luz a su vez claramente muestra que no es hasta después que entró el pecado en el universo que pudo lógicamente haber existido el santuario en el cielo.

Dice Juan el Revelador cerca del año 96 después de Cristo, al ser mostrado el trono en el santuario.

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"Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.

"Y al instante yo estaba en el espirítu, y he aquí un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.

"Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás."

"Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espiritús de Dios enviados por toda la tierra... Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones." Apoc.4:1-6; 5:6,11.

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Aquí se presenta una doble escena. Por una parte, delante del trono "ardían siete lámparas" y el "Cordero como inmolado," mostrando que el trono fue "puesto" allí para servir durante el tiempo de la Gracia (tiempo de prueba). La luz del candelabro representa la luz de verdad en la iglesia mientras que la sangre del Cordero está intercediendo para seres pecaminosos.

Por el otro lado, sobre el trono se sienta el Anciano de días, el Juez, rodeado por el jurado de 24 ancianos y también de los testigos angélicos "millones de millones" de ellos, y también los cuatro seres vivientes (los cuales, siendo "redimidos" "de todo linaje y lengua y pueblo y nación" -- versículos 8,9,- son por consiguiente, simbólicos de los santos --los cuales tendrán sus pecados borrados de los libros con los registros -- igual que las bestias de Daniel 7 son simbólicas de todos los reinos que perecerán en sus pecados), con el Cordero, el abogado en el medio. Todo esto muestra una obra mediadora-judicial combinada.

Pues hasta ahora, vemos que cuando Juan en visión miró la puerta - el velo- mientras fue abierta al lugar santísimo miraba adentro, y notó que las cosas que él veía habían de producirse "después de estas," después de su tiempo: Mostrando así que al tiempo de su visión (aproximadamente el año 96 D.C.) el lugar Santísimo fue cerrado.

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Además de esto, veremos de la profecía de Daniel que el trono de juicio fue puesto en el lugar Santísimo después que surgiera el "cuerno pequeño" de Daniel 7.

"Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas. Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos." Dan.7:8-10.

Estos versos revelan que después de que "el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos," "el hijo del hombre," Cristo fue entonces traído a una posición, "no a la diestra de Dios," el "Anciano de días," sino "delante de él." (Dan.7:8-10,13).

La visión de ambos, de Juan y de Daniel revelan que el trono en el santuario no estaba allá desde el principio de la creación de Dios; no desde los días de Moisés; ni desde la hora cuando Cristo ascendió en lo alto; ni tampoco desde los días de la Roma pagana. Efectivamente, revelan que el trono de juicio no fue puesto, hasta después de la caída de la Roma

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pagana, cuando el "cuerno pequeño" de la bestia espantosa (no-descriptible) surgió - eso es en los días de la Roma eclesiástica. (Dan.7:7-12,21,22). En otro lugar entonces, fuera del santuario, está

La Sala del Trono Eterno de Dios.

Puesto que el trono del santuario no existía en los días de la primera iglesía cristiana, por lo tanto el trono sobre el cual Esteban vio a Cristo sentarse "a la diestra de Dios" (Hechos 7:56) no podía haber estado en el santuario donde está "el mar de vidrio," sino más bién en el Paraíso, de donde fluye "el río de agua de vida," y a uno y otro lado del cual está "el árbol de la vida." Apoc.22:1,2.

Obviamente, entonces, el trono que Esteban vio es "el trono de Dios y del Cordero," el trono permanente y eterno. Alrededor de este trono de gloria no hay bestias, ni testigos, ni jurado, no hay candelabro delante de ellos, ni sangre para ser presentada. En breve, se halla no en el santuario tan cargado de pecado, sino en el paraíso. Es el trono administrativo del Soberano, del cual el ser infinito gobierna eternamente a sus seres inmortales y sin pecado!

A este trono, entonces, que existe desde la eternidad a la eternidad, Cristo ascendió y se sentó a la diestra de su Padre, hasta que vino el tiempo cuando, en cumplimiento de la profecía de Daniel y de la revelación de Juan, algún tiempo después que llegó a existir el cuerno pequeño, el y su

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padre se trasladaron al trono del santuario. Sobre este trono Cristo no se sienta como rey a la diestra de Dios; sino más bien está de pie ante este como cordero inmolado y también como intercesor, (Apoc.5:6; Dan.7:13) intercediendo por seres humanos pecaminosos. Por eso, su obra mediadora empezó

Primero en el Lugar Santo, Luego en el Lugar Santísimo.

En el santuario terrenal el sumo sacerdote (simbolizando a Cristo) ministraba primero en el lugar santo por todo el año, luego en el día de la expiación, el día de la purificación del santuario y de juzgar el pueblo, él ministraba en el lugar Santísimo por un día sólo. Este doble servicio significa que en el santuario celestial, el Sumo secerdote, Cristo debe necesariamente ministrar primero en el lugar santo hasta el día antitípico de la expiación, luego, durante ese día, debe ministrar en el lugar santísimo, ante el trono. Así que, los servicios terrenales, también refutan la idea de que Cristo entrara en el lugar Santísimo inmediatamente después de su ascención.

Claramente, entonces, el sistema ceremonial revela que desde el tiempo cuando Cristo "se sentó a la diestra de Dios" (Marcos.16:19), donde queda el "rio de agua de vida," hasta el tiempo cuando El y su Padre se trasladaron al trono en el santuario, donde queda "el mar de vidrio (Dan.7:9,10; Apoc.4:6), El ministraba en nuestro

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favor en "el lugar santo" (Heb.9:12); y a la misma vez, junto con Su Padre, en el trono eterno soberano ("el trono de Dios y del Cordero"), El gobernaba el universo, no contaminado con el pecado.

De estos hechos precedentes, tan claros y positivos, la única conclusión justificada es que Cristo, inmediatamente después de su ascención, en lugar de entrar en el lugar Santísimo del santuario detrás del velo, El se sentó a la diestra de su Padre, en el Paraíso, y desde allí, llevaba a cabo su obra en el lugar santo del santuario.

¡Cúan clara ya, la luz de la verdad por fin resplandeciendo sobre este tema tan importante que por tanto tiempo estaba envuelto en la densa neblina de teorías humanas y especulación! Y cuan inconmovible la vindicación resultante del Espirítu de profecía re-afirmando su posición sobre el tema: "Que la cuestión del santuario permanece en justicia y verdad, igual que lo hemos creído por tantos años." Obreros Evangélicos p.318.

"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obten-gáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará." Heb.10:35-37.

"Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo secerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,

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ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre." Heb.8:1,2.

"Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios:" Heb.9:24.

Efectivamete, "ahora en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio." (Heb.9:26,27)--la purificación del santuario. (Dan.8:14).

Sencillamente, por lo tanto, el juicio ha de comenzar y el santuario ha de purificarse, no antes, sino después del cumplimiento del período establecido para aquellos señalados para morir. Para que sea consistente con los registros que se encuentran en los libros del cielo, los nombres, de quienes son hallados indignos, sin el traje de boda, son, por lo tanto, borrados de los libros. De esta manera se purifica el santuario. Refiriéndose al comienzo de esta obra de juzgar y purificar, el ángel le dijo a Daniel. "Hasta dos mil trescientos tardes y mañanas; luego el santuario será purificado." Dan.8:14.

Consecuentemente, puesto que la purificación occure al fin de los 2,300 días, y puesto que, como hemos visto este es el juicio

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que occure "en la consumación de los siglos" (Heb.9:26). Por consiguiente, la terminación de los días y el comienzo de esta obra mediadora - judicial de Cristo son, de acuerdo con la autoridad de la Inspiración misma, arreglados para el fin del mundo. Por lo tanto, en conclusión los 2300 días no terminan en los días de Antíoco Epífanes, como algunos enseñan. Esta posición en relación al tema no puede sostenerse, lo mismo que otras ideas erróneas semejantes. Esto hace necesario, para establecer la fecha verdadera de la purificación, que primero se

Disipie La Confusión Concerniente a los 2.300 Días.

Los que se oponen a la doctrina que enseña que los 2.300 días (tardes y mañanas) llegan a su terminación en el fin del mundo (siglo), están en gran desacuerdo en cuanto a la fecha en que supuestamete terminan los días. De igual manera están en desacuerdo sobre la verdad de una multitud de otras doctrinas. Resulta plenamente evidente por lo tanto, el hecho de que ninguno de ellos tenga la verdad en este tema. Y sin embargo a pesar de este hecho, no logran ver que el espíritu que los ha llevado al estado actual de division, diferencias doctrinales, contiendas y confusión sin paralelo en la historia, no puede dirigir a uno a la verdad de la profecía de los 2.300 días. Así siguen oscureciendo la Cristiandad con lo que ellos imaginan y proclaman es luz en dicho tema.

En sus esfuerzos para apoyar su posición,

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recurren a las versiones de la Septuginta, la Vulgata, y la versión revisada en inglés. Estas en el mismo orden enunciadas traducen el número en Daniel 8:14 como 2,400, 2,200 y 2.300 "tardes y mañanas." Esta diferencia de por sí sola es evidencia suficiente que su forma de traducir no se basa en una traducción exacta y literal del versículo, sino más bien es un producto de una traducción interpretativa resultando de preconcepciones teológicas en el tema.

Sin embargo, aún estas traducciones tal como destacan, imparten una plausibilidad tan débil a las teorías sostenidas en oposición a la doctrina que muestra que los 2.300 días terminan en el fin del mundo, que estos amantes de las teorías se ven obligados a agregar la palabra "sacrificio" para transformar el significado de la frase "tardes y mañanas" y para que lea "sacrificios de tardes y mañanas." Luego, valiéndose del hecho de que había dos sacrificios diarios, dividen el número por dos. Y siendo el número 2,400, 2,200 o 2.300, dependiendo de la versión que emplean obtienen 1,200, 1,100, 1,150 días! Este producto de añadir a, y quitar de la palabra es luego presentado atrevidamente como prueba de sus teorías! Pero el hecho es que no se puede escapar del significado de la frase "tardes y mañanas," que es claro como el cristal considerada a la luz de Genesis 1:5, lo cual, como cada estudiante de la Biblia bien sabe, sólo puede representar un período de veinticuatro horas (la noche y el día), y que no tiene nada que ver con sacrificios.

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Por eso, claramente, los números 2,400 y 2,200 y la adición de la palabra "sacrificios," son los vanos resultados de falsas interpretaciones de las profecías de Daniel. La discrepancia entre los dos números se debe a la diferencia en las fechas necesarias para elaborar las diferentes ideas sobre el texto. Declarando la ambición al igual que el destino de aquellos responsables por este intento inútil de ubicar el cumplimiento de la profecía, el Señor declaró a Daniel: "E hijos de disipadores (ladrones en inglés) de tu pueblo se levantarán para confirmar (establecer en inglés) la visión, pero ellos caerán." Dan.11:14.

Aunque los esfuerzos de estos ladrones del pueblo de Dios, para hacer que la visión armonice con sus ideas son destinados a fracasar, con todo en su confianza propia ciega, todavía tratan cuanto puedan para establecerla, hasta esforzándose por hacer que los escritos de Josephus hablen como si fuera la historia sagrada, cuando tratan de apoyar sus teorías.

"Y de hecho acontecío," dice el historiador Judaíco, en una cita que frequentemente usan, "que nuestra nación padeció estas cosas bajo Antíocos Epífanes, de acuerdo a la visión de Daniel y lo que el escribió años antes que sucedieran." Antiquities, Libro 12, capítulo 5.

Aunque Josephus, ni aun a lo lejos se refiera al número de días mencionadas en Dan.8:14, con todo, porque él aplicaba la visión a la obra de Antiochus Epiphanes, ellos virtualmente le toman como profeta Inspirado para interpretar las escrituras!

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Siendo, solamente un historiador, sin embargo, y no un profeta, él por eso al escribir la historia de los Judíos solo hizo una aplicación histórica de la semejanza que el veía entre la predicción de Daniel y la obra de Antiochus. Ahora, como historiador eso cabe bien en su campo. Pero no teniendo el don de la profecía, se prohibe al pueblo de Dios de aceptar sus aplicaciones de las escrituras como autoritativas y confiables.

De esta forma de tergiversar, intercambiar, racionalizar, y disipar hechos sencillos, el lector honesto verá hasta que extremos llegan los hombres en sus esfuerzos para evadir las verdades reveladas que no les gustan, y para aferrarse a teorías privadas que les complacen. ¡Cuan verídico es el refrán, "Da a un hombre una teoría y las pruebas vendrán corriendo después!"

Con las neblinas del error ahora disipadas, nuestro camino se ve libre para proseguir a determinar Cuando Empiezan y Terminan los 2.300 Tardes y Mañanas.

Vimos en Daniel 7 que el trono del juicio o de purificación no había de establecerse hasta algún tiempo después que surgiera el poder del pequeño cuerno, mientras que en Heb.9:24-27 vimos que había de establecerse antes de "el fin del siglo." Ahora para poner en perspectiva la luz sobre los hechos ya presentados, tenemos que ir a Daniel 8 y 11, a la profecía que expresamente trata del tema -los 2.300 días.

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Dan.8:11,12 "Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó."

Daniel 11:31 "Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora."

Desde esta juxta posición de Daniel 8:11, 12 y Daniel 11:31, el lector observará que ambas escirturas hablan del mismo poder. Y Cristo prediciendo las señales del fin del mundo, mientras miraba adelante por el arroyo del tiempo, declaró: "Por tanto cuando viereis (sus seguidores quienes habían de vivir en el tiempo cuando el poder de este cuerno estaba obrando en contra de Dios, Su verdad y Su pueblo) la abominación del asolamiento, que fue dicha por Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee entienda) Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; Mat.24:15,16. Estas palabras de Cristo mismo ubica la obra de este poder en tiempo futuro. Aquí Cristo declara claramente que en su tiempo la abominación del asolamiento todavía no se había erigido "en el lugar santo," pero que

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algún tiempo en la época cristiana se había de colocar allí. Más aún el ángel explicó a Daniel que esta visión era para el tiempo de fin. (Dan.8:13,17). Estos dos hechos constituyen pruebas terminantes que el período de los 2.300 días, no podía haber terminado, hasta después del tiempo de Cristo, el continuo fuera echado por tierra, y la abominación se estableciera: porque ambos de estos eventos habían de verificarse durante los 2.300 días.

Este poder desolador, según Daniel había de contaminar mediante la transgresión el (prevaricación) santuario terrenal o iglesia. Esto había de efectuarse echando por tierra la verdad, quitando el continuo, e introduciendo en el lugar santo "la abominación del asolamiento," todo de lo cual, dijo el ángel, había de ser, "hasta dos mil trecientos días de tarde y mañana, y el Santuario será purificado."

Con evidencias tan sólidas como las aquí señaladas, positivamente no hay sino una conclusión posible: la contaminación del lugar santo, la terminación de los 2.300 días y la purificación del santuario no podían haber tomado lugar antes de Cristo. Ante una triple conclución tan determinante las voces numerosas que insistentemente ubican los eventos relacionados con los 2.300 días dentro del período del Viejo Testamento, deberían mantener completo silencio desde hoy y para siempre.

Pero si no lo hacen, entonces solo Dios sabe lo que van a proclamar más adelante!

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Hermanos, no podemos darnos el lujo ahora que ha venido la luz, de dejar escapar la oportunidad de desligarnos de las teorías humanas que aquí han sido puestas de manifiesto por el "Espíritu de Verdad," y de colocar sus pies firmemente en el fundamento aquí establecido en su lugar por el testimonio de Jesucristo.

Como el lector puede comenzar a observar, la estructura de verdad edificándose al presente sobre esta roca sólida, resistirá las tormentas más severas de "lluvia" o "vientos." Permítasenos entonces que al proceder a erigir la supraestructura utilizemos liberalmente, sin el menor temor a la tormenta que se aproxima (la cual ha de demoler y arrastrar todo lo que esté plantado sobre la arena), el material que tan liberalmente se nos ha facilitado:

Para purificar el santuario terrenal, la abominación instituída por el poder inicuo que aquí estamos considerando debe ser echada fuera, eliminada, y luego, "la verdad," "el continuo," que fueron pisoteados y echados fuera por el mismo poder, deben ser restaurados. Obviamente, no debe quedar lugar a dudas, por lo tanto, en relación a como fue contaminado el santuario o la forma en que ha de ser purificado.

El capítulo ocho del libro de Daniel contiene el simbolismo profético vívido de dos bestias (un carnero y un macho cabrío), concerniente al cual el ángel explicó: "El

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carnero que viste, que tenía dos cuernos, son los Reyes de Media y de Persia. Y el macho cabrío es el Rey de Grecía. Dan.8:20,21.

"...engrandecióse en gran manera el macho cabrío; y estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fué quebrado, y en su lugar subieron otros cuatro maravillosos hacia los cuatro vientos del cielo. Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño el cual creció mucho al mediodía, y al oriente, y hacia la tierra deseable." Dan.8:8,9. "...y el cuerno grande que tenía entre sus ojos," explicó el ángel, "es el rey primero,"- Alejandro. "Y que fué quebrado y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos sucederán de la nación, más no en la fortaleza de él"--no con el poder de Alejandro; esto es, "no a sus descendientes." Dan.8:21,22; 11:4.

"Y al cabo del imperio de éstos, cuando se cumplirán los prevaricadores (los judíos), levantaráse un rey altivo de rostro, y entendido en dudas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza suya" [porque "serán puestos brazos de su parte" (Dan.11:31)-los ejércitos de los poderes civiles]; y destruirá maravillosamente, y prosperará; y hará arbitrariamente, y destruirá fuertes y el pueblo de los santos." Dan.8:23,24.

Obviamente, entonces, Dan.8:22-24 es paralelo con Dan.7:25: "Y hablará palabras contra el Altísimo, a los santos del Altísimo

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quebrantará, pensará en mudar los tiempos y la le y entregados serán en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo."
 

 el "cuerno notable"

el "cuerno que creció sobremanera"

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Daniel tuvo la visión en Babilonia, noreste de "la tierra deseable" --la Palestina. De Babilonia el cuerno sobremanera grande fue primer al "sur", luego al "este," luego al norte para poder doblar hacia el oeste--"hacia la tierra deseable". En esta forma fue en todas las cuatro direcciones, denotando que llegó a ser un poder mundial. Además, también el "metal" de la gran imagen de Daniel 2, el cual Daniel explica ha de "enseñorearse sobre toda la tierra", representa Grecia. Sin embargo, como ni el primer cuerno del macho cabrío, ni los cuatros cuernos después tuvo dominio universal, entonces para cumplir la profecía del reino de metal, su cuerno sobremanera grande tiene que ser el que había de "enseñorearse sobre toda la tierra". Dan. 2:39.

Aunque la cuarta bestia de Daniel 7 muestra que este poder desolador descendió de Roma, el simbolismo del macho cabrío se remonta más para mostrar que este poder mundial originalmente descendió de una de las divisiones de Grecia. (Dan. 11:5), y más tarde se puso la vestimenta de la cristiandad--la religión de "un dios quien sus padres desconocían". Verso 38.

Gradualmente asumiendo los ornamentos del santuario, él no tardó en exaltarse en contra el Principe (Cristo) de la hueste (los cristianos). Y poniendo a un lado "el dios de sus padres," él supuestamente llegó a ser cristianizado, pero ¡ a qué costo para el cristianismo!--No solo "el diario (continuo)" fue quitado, pero también el lugar de su santuario fue "echado por tierra".

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En otras palabras, el "echó por tierra" el "lugar" del Señor y erigió el suyo propio - elevándose a sí mismo al lugar de Cristo.

La palabra "sacrificio" habiendo sido suplida en connección con la palabra "continuo", deja de manifiesto que no pertenece, o no es parte de este versículo. Sin embargo, en vista de que el idioma inglés no tiene el equivalente exacto para la palabra hebrea "continuo," la cual se traduce en otros lugares como "diario," "perpetuo," "para siempre," y en vista de que estos términos no son sinónimos, sino que tienen una connotación individual, por consiguiente es imperativo unirlas en conjunto como una palabra compuesta para poder arribar a una verdad completa y exacta. En vista de este hecho, además del hecho de que la doctrina del Sábado es la única doctrina bíblica en la era Cristiana que puede ser posiblemente designada como "diario" (relacionada a la adoración con respecto a un día), así como "continuo", "permanente," "perpetuo," y "sempiterno"--de tiempo inmemorial a tiempo eternal,--se hace evidente que todos estos términos mencionados son tan sólo aplicables a la doctrina del Sábado --el eterno día de descanso. Y como certificación divina de su perpetuidad, resuenan a través de los siglos las inmutables palabras del Sinaí: "Guardarán, pues, el Sábado los hijos de Israel, celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo

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día cesó, y reposó." Ex.31:16,17.

La cesación del "continuo" por parte del cuerno pequeño de Dan.8:12 significa que él sustituyó el Sábado del Señor con el sábado pagano, el domingo como día de adoración,-"las abominaciónes que causan la desolación,"-profanación que causó que la presencia de Dios se apartara de la iglesia.

El carnero y el macho cabrío le fueron presentados a Daniel en visión "en el tercer año del reinado del rey Belsasar." Dan.8:1. Daniel estaba "espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiese." Verso 27. Además, el tiempo se había cumplido y Jerusalém todavía estaba en ruinas. Así que más tarde "en el primer año de Dario" quien "fué puesto por rey sobre el reino de los caldeos" (Dan.9:1), a Daniel se le mostró "en los libros, el número de los años de los cuales habló Jehová al profeta Jeremías, que había de concluir la desolación de Jerusalén en setenta años." Verso 2. Jerusalén, sin embargo, todavía permanecía desolada, aunque de acuerdo a la profecía el tiempo de cautividad del pueblo se había cumplido y la visión todavía "no había sido entendida," lo cual se desprende claramente de la oración de Daniel.

 "...Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en ayuno y cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios,

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 "Oh Señor, según todas tus justicias, apártase ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo dados son en oprobio a todos en derredor nuestro. Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu Santuario asolado, por amor del Señor...

"Aún estaba hablando en oración, y aquel varón Gabriel, al cual había visto en visión al principio, volando con presteza, me tocó como a la hora del sacrificio de la tarde. Y dijo,...Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad, y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos.

"Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; tonaráse a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de vernir, destruirá a la ciudad y el Santuario; con inundación será el fin de ella,

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y hasta el fin de la guerra será talada con asolamiento. Y en otra semana confirmará el pacto a muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y derramaráse la ya determinada sobre el pueblo asolado." Dan.9:3-27.

El ángel dividió las 70 semanas en 3 períodos: siete semanas, sesenta y dos semanas, y una semana. Y aunque en sus palabras a Daniel, citadas anteriormente, el le explicó el tiempo de la profecía, aún así Daniel no entendía totalmente la visión. Daniel, sin embargo entendió claramente la interpretación de que el "carnero" y el macho cabrió eran simbólicos de "Persia" y "Grecia" respectivamente, pero la obra del "cuerno pequeño que crecía en sobremanera" el no lograba entenderla. Por eso es que más tarde, "en aquellos días," nuevamente se estaba "lamentando;" esta vez por "tres semanas." De allí que él dice:

Yo ví "un varón vestido de lienzos, y ceñidos sus lomos de oro y Ufaz...Y díjome,... He venido, pues, para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es aún para días. "Porque al tiempo del fin se cumplirá la visión." Dan.10:5,12,14; 8:17.

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El hecho de que los capítulos 11 y 12 contienen la explicación de la visión prometida por el ángel en el capítulo 10 puede ser facilmente reconocido no solo por la continuidad en el discurso del ángel sino también por el hecho de que estos capítulos son la explicación de la visión en el capítulo ocho. Para conveniencia del lector citamos los dos ultimos versos del capítulo diez y parte de la explicación del ángel registrada en el capítulo once:

"Y dijo; ¿Sabes por qué he venido a ti? porque luego tengo de volver para pelear con el príncipe de los Persas; y en saliendo yo, luego viene el príncipe de Grecia. Empero yo te declararé lo que está escrito en la escritura de verdad; y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel, vuestro príncipe."

"Y en el año primero de Dario el de Media, yo estuve para animarlo y fortalecerlo. Y ahora yo te mostraré la verdad. He aquí que aun habrá tres Reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas más que todos; y fortificándose con sus riquezas, despertará a todos contra el Reino de Grecia. Levantaráse luego un Rey valiente, el cual se enseñoreará sobre gran dominio, y hará su voluntad. Pero cuando estuviere enseñoreado, será quebrantado su reino, y repartido por los cuatro vientos del cielo; y no a sus descendientes, ni según el señorío con que el se enseñoreó;

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porque su reino será arrancado, y para otros fuera de aquellos." Daniel 10:20,21; 11:1-4.

Es evidente que en este capítulo el ángel está explicando en detalle "la visión" que le fue mostrada a Daniel en el capítulo ocho, y que Daniel 8:11,12 es paralelo en tiempo con Daniel 11:31. Al comparar ambas escrituras, como aparecen en la pagina 25, queda claro que el capítulo once es una explicación en particular de el poder trazado por el "cuerno que crece en gran medida" del capítulo ocho.

También hace claro el hecho de que el santuario del cual se habla en Daniel 8:11 no puede ser otro que el santuario de Dios: ya que por un lado una estructura pagana nunca puede ser de fortaleza y por otro lado ser contaminada cuando nunca ha sido purificada. Y, además, la Biblia nunca la llama el santuario.

Y, finalmente, el hecho de que el santuario en Jerusalén no estaba ni contaminado ni purificado de la manera descrita por el ángel, sino que fue desolado y finalmente destruido (Dan.9:26), es evidencia irrefutable que prueba que ni la contaminación ni la purificación tomaron lugar durante la era del Viejo Testamento.

Esta conclusión sólida se hace doblemente firme por virtud de la declaración de Cristo (página 25), ubicando la obra del poder desolador en la dispensación Cristiana.

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Los 2.300 Días

Decreto de Artajerjes para embellecer el templo. (Esd.9:21-27) Y construir el muro y la ciudad (Neh.2:5,17). Comienzo de los 2.300 días. Dan.8:14; 9:25. Bautismo de Cristo. Terminación de las 69 semanas, o 483 años Dan.9:25. Comienzo de la última semana o los 7 años (Dan.9:27)

La crucifición. Fin de los 3 1\2 años del ministerio de Cristo. Dan.9:27

Día Antitípico de Expiación. La purificación del Santuario. Fin de los 2.300 días. Dan.8:14.

Ciro decreta construir el Templo. Esd.1:2

Fin de la era del viejo Testamento y comienzo del Nuevo.

El fin de la semana tiempo señalado para los Judios aceptar o rechazar el Evangelio. Dan.9:24. Construcción del Templo 46 años Juan.2:20 semanas o años 1 semana o 7 años

Días (años) para la purificación del Santuario 483-27=456 El comienzo de los 2.300 días.

No hay otro tiempo aparte de los "dos mil trescientos días" (Dan.8:14) y las "setenta semanas" (Dan.9:24),

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Al cual pueda aplicarse la declaración, "mas el tiempo fijado era largo". Dan.10:1. Pero viendo que el primer período era damasiado largo para la restauración y purificación del santuario en Jerusalén y el último demasiado largo para la reedificación de la ciudad (ya los setenta años de que hablo el profeta Jeremías se habían cumplido), Daniel se apresuro a clamar a Dios por sabiduria y entendimiento.

"Entonces", dice el al continuar, "Y oí a un santo que hablaba; y otro de los santos dijo a aquel que hablaba: Hasta cuando durará la visión del continuo..., y la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollados? Y el me dijo; hasta dos mil trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado." Dan.8:13,14.

Si lo expresamos en lenguaje moderno la respuesta del ángel a la pregunta de Daniel sería que se requerían 2.300 días para que "ambos, el santuario y el ejército fuesen hollados". También para que el continuo fuera echado por tierra y que la prevaricación asoladora fuese establecida y después de eso el santuario sería purificado.

A la luz de este señalamiento vemos que el período de los 2.300 días debe terminar después de que "el continuo" sea quitado y la "abominación desoladora" se haya completado. Así, pues, el hecho de quitar el "continuo" y el establecer la "abominación asoladora" mediante la "transgresión

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asoladora", hace que ambos, el santuario y el ejército sean hollados".

Hollar el ejército significa la masacre de cristianos que no adoraban de acuerdo a los dictados del poder ejercido por el cuerno pequeño. El hollar el santuario, la iglesia, dio lugar al establecimiento de un sacerdocio terrenal en lugar del ejército por Cristo, quien ministro en el santuario celestial.

Y así como el gran cuerno de el macho cabrío simboliza el mundo Romano (hierro-Dan.2:40), en sus tres períodos,-- pagano, eclesiástico y protestante -- también tal como en el segundo período, pisoteó la verdad y el "ejército" y contaminó el santuario introduciendo abominaciones mientras "hizo lo que quiso, y sucedióle prósperamente" (Dan.8:12), el período de los 2.300 días, por lo tanto, se extiende más allá de la caída de Roma eclesiástica alcanzando el período Protestante.

Siendo además que el mandamiento para reedificar Jerusalén fue dado en el año 457 A.C. (Esd.7:21-27), prueba que el punto de partida de las setenta semanas es el mismo que el de los 2.300 días.

Ubicando el ministerio de Cristo dentro de este período, el ángel dijo: "... confirmará (Cristo) el pacto a muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda". Dan.9:27.

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Siendo que la confirmación del pacto con muchos (los Judios) se llevó a cabo durante los siete años del ministerio de Jesús, que comenzó con su bautismo, hasta el momento en que Pedro fue comisionado para llevar el evangelio a los gentiles (Hech.10:28; lea el capítulo completo), y siendo que a mitad de este período Cristo fue crucificado, prueba que "la semana" representa siete años literales, y revela que el período de los 2.300 días debe ser calculado usando la regla de Ezekiel 4, calculando un día por año, y de esta forma:

"...desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén [vea Esd.7:21-27] [el comienzo de los 2.300 días], hasta el Mesías Príncipe, [el bautismo de Cristo], habrá siete semanas [49 años], y sesenta y dos semanas [434 años]," haciendo un total de 483 años por todos, siendo las primeras siete semanas, o cuarenta y nueve años, para la reedificación de la ciudad.

Después de las "siete semanas" y las "sesenta y dos semanas [483 años], se quitará la vida al Mesías,... y el pueblo de un príncipe [los Romanos] que ha de venir, destruirá a la ciudad y el santuario [tuvo su cumplimiento en Tito en el año 70 D.C.]; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra será talada con asolamiento. Y en otra semana confirmará [Cristo] el pacto a muchos [siete años, comenzando en su bautismo], y a la mitad de la

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semana [a la mitad de los 7 años] hará cesar el sacrificio y la ofrenda [mediante el sacrificio de si mismo y su transferencia al santuario celestial: tomando su sacrificio el lugar del sacrificio terrenal, y de esta forma el santuario celestial tomaba el lugar del santuario terrenal, siendo Cristo mismo el sumo sacerdote]. Después con la muchedumbre de las abominaciones [el templo en Jerusalén] será el desolar [su presencia removida completamente], y esto hasta una entera consumación; y derramaráse la ya determinada sobre el pueblo asolado. Dan.9:25-27.

El restante de los 2.300 días, o años, alcanzan hasta el tiempo de la purificación del santuario. (Vea la ilustración de la pagina 37.)

Contando 2.300 años partiendo de Octubre, 457 A.C. terminan en Octubre, 1844 D.C. Y como el ángel dijo: "hasta 2.300 días y el santuario será purificado", la purificación por lo tanto debe haber comenzado en 1844, el año en que por primera vez en la historia el mensaje del primer ángel resonó la proclamación:

"Temed a Dios, y dadle honra, porque la hora de su juicio es venida" (Apoc.14:7; Dan.7:9,10) - el tiempo en que el gran Juez y el tribunal celestial entran en juicio para separar el malo y el bueno; o sea, para borrar del libro de la vida los nombres de aquellos que han

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abrazado la causa y el servicio de Cristo, pero que no han perseverado hasta el fin.

Puesto que esta terrible verdad, como aquí ha sido revelada, tiene su contraparte en la parábola de Cristo del trigo y la cizaña, las parábolas, por lo tanto, deben enseñar necesariamente

EL JUICIO INVESTIGADOR DE LOS VIVOS.

"Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro" ordena Cristo, en cuanto a la convivencia del trigo y la cizaña, hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en el alfolí." Mat.13:30.

El Señor está enseñando aquí, parabólicamente que ha de venir un tiempo de investigación en el cual los ángeles removerán los pecadores de "la congregación de los justos". Salmo 1:5.

"Así mismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, saca toda suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, juntaron lo bueno en vasos, lo malo echaron fuera. Así será al fin del siglo; saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos." Mat.13:47-49.

En ambas parábolas, Cristo advierte que el juicio investigador se ha de llevar a cabo durante el tiempo

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llamado "la siega", el cual es el fin del mundo - el tiempo en el cual culminan los 2.300 días, tal como el ángel declaró: "Entiende hijo de hombre, porque al tiempo del fin se cumplirá la visión. Dan.8:17. "...y tu guarda la visión, porque es para muchos días." Dan.8:26" "...porque la visión es aún para días." Dan.10:14.

Señalando directamente al tiempo en que el juicio investigador ha de tomar lugar entre los vivos, Malaquías hace un paralelismo de ambas parábolas en su profecía:

"...Vendrá a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién podrá sufrir el tiempo de su venida? o ¿quién podrá estar cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia." Mal.3:1-3.

Siendo que la purificación a que hace referencia las parábolas y el profeta Malaquías nunca se han llevado a cabo, obviamente, entonces, el juicio investigador de los vivos todavía está en el futuro. Esta obra investigadora es, por lo tanto, ocasionada por la obra de separación en el santuario terrenal (la iglesia) tal como se trae a continuación en Ezequiel 9:

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"Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que está vuelta al aquilón, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varon vestido de lienzo, el cual traía a su cintura una escribanía de escribano; y entrados, parándose junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín sobre el cual había estado, al umbral de la casa. Y llamó Jehová al varón vestido de lienzo, que tenía a su cintura la escribanía de escribano. Y díjole Jehová: pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.

"Y a los otros dijo a mis oídos: pasad por la ciudad en pos de él, y herid. No perdone vuestro ojo ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno. Mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis. Y habéis de comenzar desde mi Santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo." Versos 2-6.

Aquí el pueblo está mezclado (el trigo y la cizaña habitando juntos), con el tiempo que le sigue inmediatamente después cuando por una parte los que gimen y claman por las abominaciones en medio de ella reciben la marca de liberación, y por la otra parte aquellos que no gimieron ni clamaron serán dejados sin la marca, para que perezcan (en sus pecados) bajo las armas de los ángeles con instrumentos de destruir.

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De esta separación en la iglesia surgen las primicias o primeros frutos.

A esta le sigue la separación de entre las naciones, tal como lo vemos en la parábola de Mateo 25, en donde se describe proféticamente la venida de Cristo; no la que fue mostrada en 1 Tesalonicenses 4:16,17, porque en la venida allí descrita, "los muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir el Señor en el aire; mientras que la venida descrita en Mat.25: "cuando el hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con El , entonces se sentará sobre el trono de su gloria. [La iglesia - Reino, la cual en esta etapa consiste solamente de las primicias, los primeros frutos].

"Y serán reunidas delante de él todas las gentes; y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda. Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo... Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles." Mat.25:31-34,41.

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De esta separación - la que toma lugar entre las naciones del mundo - surgen los segundos frutos.

Los ángeles que están alrededor del trono en el santuario celestial durante el juicio de Daniel 7:9,10 y de Apocalipsis 5:11, como explican las profecías deben decender con "El hijo del hombre" cuando El venga "a su templo" (su iglesia) para separar mediante el juicio "los malos de entre los justos", y para separar, pulir como a oro y plata aquellos que "pueden sufrir el tiempo de su venida"...y ofrecerán a Jehová ofrenda en justicia" Mal.3:2,3.

En una demostración gráfica de que El si vendrá a la tierra con todos sus ángeles a ejecutar juicio sobre los vivos, el Señor se reveló a si mismo a Ezequiel proféticamente como siendo traído en Su trono a la tierra por cuatro seres vivientes justamente antes de que tome lugar la matanza de los hipócritas en la iglesia.

Y así como cada ser viviente tiene, rostro de león, rostro de buey, rostro de hombre y rostro de águila (Eze.1:10),- la misma insignia judicial que tienen las bestias que están delante del trono en el santuario celestial (Apoc.4:7) durante el tiempo del juicio de los muertos, como decienden a la tierra, muestran simbólicamente por ese medio, que la obra del trono judicio-mediador que se convoca y preside para el juicio de los muertos, es extendido a la tierra.

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Esta extensión, hasta donde conocemos ahora, debe tomar lugar cuando se abra el séptimo sello (Apoc.8:1), ya que ese tiempo las voces celestiales, que dan comienzo al juicio de los muertos, cesan en el santuario celestial y dan comienzo, después de la media hora de silencio, a escucharse en la tierra. En otras palabras, así como en la apertura del juicio de los muertos en el cielo hubieron "relámpagos y truenos y voces" (Apoc.4:5) de la misma forma en la apertura del "juicio de los vivos" en la tierra hay "voces y truenos y relámpagos, y un terremoto." Apoc.8:5.

Con el juicio de los muertos, sin embargo, la obra de separación toma lugar en los libros en el santuario celestial; mientras que con el juicio de los vivos, la separación toma lugar entre los miembros de la iglesia así como en los nombres en los libros en el santuario celestial, mostrando así que finalmente ambos santuarios son purificados.

Ineludiblemente, por lo tanto, la venida del Señor a su templo (Mal.3:1-3), Su venida con todos Sus ángeles (Mat.25), y Su venida en el trono sobre los seres vivientes (Eze.1),- representando los tres, como se ha mostrado, el mismo evento, - toma lugar al comienzo del juicio de los vivos; el mismo tiempo en el cual las actividades judiciales de el santuario celestial son extendidas al santuario terrenal - la iglesia.

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 "Y miré y he aquí una nube blanca," exclamó Juan, el revelador, contemplando el mismo evento descrito diversamente por Malaquías, Mateo, y Ezequiel, y sobre la nube uno sentado semejante al hijo del hombre, que tenía en su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz aguda. Y otro ángel salió del templo, clamando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Pon tu hoz, y siega; porque la hora de segar es venida, porque la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube echó su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada. Apoc.14:14-16.

Claramente, por lo tanto, la venida del hijo del hombre no es cuando los justos vivos y los resucitados son juntamente arrebatados a recibir al Señor en el aire; porque los versos 17-20, que siguen a los citados en el párrafo anterior, revelan que después que El viene y siega la tierra, "otro ángel...Teniendo una hoz aguda" vino y segó una segunda siega antes de que la ira de Dios - las siete postreras plagas - (Apoc.15:1) - fuesen derramadas sobre los impíos.

Así, nuevamente, vemos por cuarta vez que hay dos venidas diferentes del hijo del hombre: una "para separar los impíos de los justos" en la iglesia (Mat.13:49), y entonces inmediatamente llamar los justos de entre los impíos en Babilonia (Apoc.18:4); y la otra para arrebatar los santos, ambos, los resucitados y los vivos, a las mansiones que El ha preparado para ellos (1 Tessa.4:16; Juan 14:1-3).

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En la primera sección de la venida del Hijo del Hombre, la piedra que hirió la gran imagen fue cortada no con mano (sin la ayuda del hombre, y por el Señor mismo) porque, como dice el Señor, "no había quien me ayudara, y maravillóme que no hubiera quien sustentase; y salvóme mi brazo, y sostuvome mi ira. Y con mi ira hollé los pueblos, y embriaguélos con mi furor, y derribé a tierra su fortaleza." Isaias.63:5,6.

Esta obra de separación, o purificación, traída a la vista en la parábola de Mateo 13:30 y de nuevo en la de Mateo 13:34-49; y otra vez en la profecía de Malaquías 3:1-3 y en la de Ezequiel 9, al igual que en Apocalipsis 14, se aplica directamente al día de juicio de los vivos; porque la purificación del santuario al fin de los 2.300 días, de acuerdo con Daniel 8:14 y Daniel 7:9,10, se aplica directamente al

JUICIO DE LOS MUERTOS.

Aunque la purificación del santuario, como hemos visto en las profecías de Daniel, iba a tomar lugar después de 1844 D.C., sin embargo, siendo que los justos vivos todavía están mezclados con los pecadores en la iglesia, y siendo que Daniel vio el Anciano de días sentarse para juzgar, no para herir aquellos que tenían "la marca", sino a juzgar con "los libros" que "fueron abiertos", obviamente la visión que él tuvo del juicio es en relación a los muertos.

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En cuanto a la purificación de la iglesia en la tierra, se ha de efectuar primero echando fuera la abominación, segundo restaurando la verdad, y tercero sacando la cizaña. Mas en relación a la purificación del santuario celestial, ésta se está llevando a cabo al presente removiendo del Libro de la Vida los nombres de aquellos que son hallados faltos; y escribiéndolos en el libro que contiene los nombres de aquellos que han de ser levantados en la resurrección de los impíos después de los mil años (Apoc.20:5); quedando por este medio en el Libro de la Vida solamente los nombres de aquellos que han ganado la victoria sobre el pecado, y que por lo tanto esperan a ser levantados en la resurrección de los justos (Apoc.20:6).

Juan, consecuentamente, vio los muertos, pequeños y grandes, delante de Dios; y los libros se abrieron, y otro libro fue abierto el cual es el Libro de Vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Verso 12. Además de las razones ya aducidas todavía quedan

Otras Razones para Ambos Juicios.

Siendo que la purificación del santuario Celestial es una obra de purificación que toma lugar en los libros a borrar de estos los nombres de los apóstatas y las cizañas y siendo que durante el "tiempo de angustia cual

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nunca fue después que hubo gente hasta entonces", los únicos que "serán libertados" son aquellos cuyos nombres fueron hallados escritos en el libro, la purificación de los libros, por lo tanto, obviamente toma lugar antes de la resurrección, y antes del tiempo de angustia cual nunca antes fue. Así pues, los muertos infieles serán dejados en sus tumbas en la primera resurrección, y los vivos infieles no serán librados en el tiempo de angustia.

Pero si sus nombres quedaran escritos en los libros, entonces de acuerdo con los registros o los impíos muertos tendrían que ser resucitados con los justos, y los impíos vivos librados con los justos vivos o de otra forma tanto los justos muertos como los justos vivos tendrán que ser abandonados con ellos - alternativas, las cuales, por supuesto son imposibles, haciendo por lo tanto mandatorio una separación absoluta, tal como se ejemplifica en tipo en tiempos de Josué:

"Anatema hay en medio de ti, Israel" dijo el Señor, "No podrás estar delante de tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros... Entonces Josué, y todo Israel con el, tomaron a Acan... y todo cuanto tenía... y todos los Israelitas los apedrearon". Josué 7:13,24,25.

De este baluarte de evidencia en prueba de la purificación de la iglesia en la tierra y de los libros en el cielo

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sobresale la impregnable verdad de que los vivos que son fieles hasta el fin, retienen sus nombres en el libro de la vida, y en este tiempo de separación deben recibir la marca de Dios, o el sello, de liberación, mientras que los que no lo son no reciben el sello y perecen en sus pecados. Y correspondientemente, los muertos cuyos nombres son retenidos después del juicio, en el libro de los muertos, han de levantarse en la primera resurrección (Apoc.20:6), mientras que aquellos que fueron infieles en vida quedan hasta después de los mil años, para ser levantados entonces con todos los malos en la segunda resurrección. (Verso 5).

Así como es necesario en la congregación de los muertos, separar los impíos de los justos que esperan ahora la mañana de la resurrección, es igualmente necesario, en la congregación de los vivos, separar los impíos de los justos que se están preparando ahora para ser librados de la angustia venidera, y esperando la segunda venida de Cristo - su regreso visible para levantar los santos muertos y arrebatarlos junto a los santos vivos.

Hay por lo tanto dos separaciones; una entre los justos muertos y la otra entre los justos vivos; los muertos son señalados para ser resucitados y los vivos para la traslación.

Por otra parte, aquellos cuyos nombres deben ser borrados de los libros son aquellos que no se pusieron su "vestido de bodas". Matt.22:11.

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Al mandato del Maestro (verso 13), ellos serán echados fuera para nunca más ser hallados entre los convidados a la boda.

La purificación del libro de la vida vemos más adelante que es necesario para habilitar a los ángeles a seleccionar correctamente los santos, porque cuando el Hijo del hombre venga con todos sus ángeles, El los enviará, "con gran voz de trompeta, y juntarán a sus elegidos (los resucitados) de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro" (Matt.24:31), y llevarlos a unirse con los vivos.

La luz concentrada brillando ahora de las profecías vistas en su conección correlativa muestran que el santuario en el cielo y el de la tierra están contaminados ambos, no por conquistas militares o políticas de poderes paganos, sino por el contrario, primeramente por algunos de los conversos que no han perseverado (Matt.10:22); en segundo lugar por la cizaña que ha traído Satanás mientras los hombres dormían (Matt.13:25); y tercero por el cuerno pequeño que creció sobremanera y echó por tierra el "continuo", hollando la verdad, y trayendo la prevaricación asoladora: envolviendo así ambos santuarios, el terrenal y el celestial.

Esta sorprendente revelación muestra concluyentemente que de acuerdo a Daniel 8:14 la purificación toma lugar primeramente en el santuario celestial y luego en el santuario terrenal. Con toda la importancia que merece, cualquiera

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que deje de hacer un estudio cuidadoso y diligente de la naturaleza y significado de esta gran obra en la cual Dios investiga los invitados que asisten a la boda, está siendo simplemente indiferente a la esperanza de vida eterna - "una salvación tan grande". Porque cuando el juicio de una persona está pendiente, y él no está al tanto de ello, no estará preparado ni apto para enfrentarlo cuando su caso sea investigado. A un tema tan importante "por tanto, es menester que con más diligencia atendamos. "Heb.2:1. Y haciendo esto debemos estudiar el juicio

A La Luz De Las Parábolas.

El sembrador, la semilla, el campo, la temporada de cultivo y crecimiento, y la temporada de la siega deben ser todas calculadas perfectamente para ilustrar el reino espiritual; de otra forma la representación solo puede conducir hacia el error en lugar de la verdad.

Siendo requeridas todas las cuatro estaciones del año para completar el proceso de plantar, crecer y recoger la producción del año y siendo el otoño el comienzo del año agricultural (así como el final del verano es "la fiesta de la cosecha, la cual es al fin del año, cuando hayas recogido tus labores del campo" - Ex.23:16), esta parábola, por lo tanto ilustra en los doce meses del año un período de historia evangélica, al fin de la cual el reino de Cristo ha de ser establecido, y el comienzo del cual es.

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El Tiempo de Sembrar la Semilla.

Habiendo un período de historia de la iglesia ilustrado en estos doce meses del período de la cosecha,

7x7=49=50 explicación 50x7=350 350x2=700 10x10=100

Cristo comienza a predicar Mat.4:1,2,17.

La Siega Mat.13 separa los impíos de los justos Mat. 13:49 ------ Salid de ella pueblo mio Apoc.18:4 El Jubileo - Tipo de los dueños legítimos (los santos) poseyendo la tierra.

El completar el número define el tiempo.

Para probar que la crucificción divide los períodos del viejo y el Nuevo Testamento multiplique por 2.

Para probar que la posesión es universal multiplique por 10- derivando el número de años desde la creación.

10x10 mostrando que un universo se une con otro, derivando los años para eliminar los impíos y establecer los justos. Lev 25:8,10; Isa.65:20,21.

 Partiendo lejos dejó a cada uno su obra. Mar.13:34 El día de dar cuentas Mat.25:19 -------------------------

Tiempo de sembrar la semilla Mat.13:37. ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE DICIEBRE ENERO FEBRERO MARZO La Siega Las Primicias El Trigo y la Cizaña Período De Se Cumple Ez.9 40 Días Tentación.

Fiesta de los Tabernaculos Lev.23:37-42. Cristo bautizado Fin de la Siega Juicio

Cinco meses simbólicos para el Grande y Terrible día del Señor. Mal.4:5; Apoc.9:5
 

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debemos. por lo tanto, determinar el tiempo en que comienza - el tiempo de sembrar la semilla, y el tiempo cuando termina - el tiempo de segar.

"El que siembra la buena simiente es el hijo del hombre" dice el Señor, y el enemigo que siembra la cizaña "es el diablo". Mat.13:37,39.

"El hijo del hombre", el que "siembra la buena semilla", no es otro que Cristo. Mas siendo que El no puede ser llamado el "Hijo del hombre" antes de haber nacido de una mujer, por consiguiente El no podía haber sembrado "la buena semilla" de la siega espiritual hasta después de su nacimiento en Belen de Judea.

Como Su ministerio - la siembra de la "buena semilla", la verdad - comenzo justamente después de Su bautismo (Mat.4:17), para establecer el comienzo del período parabólico de la siega, debemos averiguar la fecha en que El fue bautizado.

"Y después de las sesenta y dos semanas, "profetizó Daniel concerniente a la muerte y el ministerio de Cristo, "se quitará la vida al Mesías, y no por si;...y en otra semana confirmará el pacto a muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda". Dan.9:26,27.

Podemos ver que este es tiempo profético que se debe calcular usando la regla de día por año de Ezequiel 4:6 por el hecho de que hubieron siete años

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 desde el tiempo en que Cristo fue bautizado al tiempo en que se

permitió a los apostoles llevar el evangelio a los gentiles. Durante este período, Cristo confirmó o cumplió el pacto. "A la mitad de la semana", o al fin de los tres años y medio, El iba a ser crucificado, haciendo así que el sacrificio terrenal cesara.

Habiendo establecido el hecho (vea la ilustración en la pag.55) que los tres años y medio del ministerio de Cristo terminaron el día 16 del primer mes, luego contando tres años y medio (siga la ilustración de la pagina 55), encontramos que Su bautismo tomó lugar el día 16 del séptimo mes, el cual ocurrió en la semana de los Tabernáculos, y la celebración del cual fue el fin de el año agricultural, el cierre de la siega (Lev.23:39).

Vemos así que la parábola está en perfecta armonia con la naturaleza, y el "Hijo del hombre" comenzó a sembrar la semilla justo a tiempo - al fin del pasado año de siega, y al comienzo del nuevo año de siega - precisamente en la temporada correcta del año. La siembra de la semilla comenzando con el bautismo de Cristo, y la siega comenzando al "fin del mundo", obviamente el período de la parábola abarca toda la dispensación Evangélica - desde el comienzo del ministerio de Cristo hasta el fin del tiempo de prueba. Entre estos dos está

El Tiempo de Crecimiento del Trigo.

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Siendo los tres años y medio, desde el comienzo del ministerio de Cristo hasta Su crucificción, el tiempo de la siembra y el tiempo de la siega el fin del mundo, entonces el período ocurrido entre uno y otro es el tiempo para el crecimiento y maduración del grano y también el

Tiempo en que es sembrado la Cizaña.

Una vez hubo terminado de sembrar la "buena semilla", "El hijo del hombre... dejó su casa y dio facultad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase." Mar.13:34.

Pero una vez El hubo partido, "los hombres se durmieron", como hacen muchos hombres cuando su patrón se ausenta. Así pues, algún tiempo después de Cristo haber ascendido en las alturas, "vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue." Mat.13:25. !Mas Sus siervos, dormidos, no lo notaron! !Que cuadro trágicamente irónico! !Los atalayas de Sion se quedaron dormidos en las murallas mismas mientras que el enemigo se desliza al interior sin ser visto ni hallar oposición! !Oh, que culpa terrible por haber abandonado el deber descansa sobre los atalayas desde los días apostólicos!

Al denunciar aquellos que hoy día son responsables por faltar al deber de proteger la iglesia de aceptar en su feligresía virtualmente a cualquiera que profesa interés y muestra deseo de asociarse, aunque el tal ni está cimentado en la verdad ni mostrando "frutos dignos de arrepentimiento", el

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Espíritu de Profecía declara: "Se está obrando apresuradamente al añadir nombres a la lista de la iglesia. Serios defectos de carácter son evidentes en algunos que se unen a la iglesia. Aquellos que les dan entrada dicen: Primero los admitimos como miembros de la iglesia y luego los reformamos. Mas esto es un error. La primera obra que debe ser hecha es la de la reforma...No les permitan unirse al pueblo de Dios como miembros de la iglesia hasta tanto muestren evidencias convincentes que el Espíritu de Dios está obrando en sus corazones. Hay muchos cuyos nombres están registrados en los libros de la iglesia que no son Cristianos"--Review & Herald, Mayo 21,1901.

Que mayor evidencia es necesaria para estar convencido que el atalaya ha perdido la visión espiritual que tenían Juan el Bautista y los apóstoles? Muy trágicamente cierta es la tajante denuncia de la pluma inspirada "Ministros que se hayan durmiendo predicandole a un pueblo que también duerme"-- Testimonies, Vol 2, p.337.

Con claro dicernimiento, "viendo el mucho de los fariceos y saduceos, que venían a su bautismo," que más tarde ellos habrían de crucificar a su Señor, Juan les dijo: "Oh generación de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que vendrá? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento." Mat.3:7,8. Así expuso y desbarató Juan el intento del Diablo de introducir la cizaña entonces. Pues bien sabía el que una vez la cizaña se introduce, al tratar de

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arrancarlas hubiese arrancado también el trigo juntamente.

Como fiel atalaya de la iglesia en el tiempo de los apóstoles, Pedro detectó el engaño cuando el diablo nuevamente quiso introducir la mala semilla y le dijo a los culpables: "Ananías, Porque ha llenado Satanás tu corazón a que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad? ...Y Ananías oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron...Y pasado espacio como de tres horas, sucedió que entró su mujer,...Entonces Pedro le dijo: ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella le dijo: Si, en tanto...Y luego cayó a los pies de él, y expiró." Hechos.5:3,5,7,8,10.

El hecho de que también la congregación ha fallado en discernir cuando el diablo está sembrando la semilla en su medio, amerita nuevamente la denuncia: "ministros durmientes predicando a un pueblo también durmiente" (Testimonios, Vol.2,p.337.), y comprueba que toda la iglesia, tanto los ministros como los laicos, están profundamente dormidos, en cumplimiento a las palabras de Cristo: "Entonces el Reino de los cielos será semejante a diez vírgenes,..cinco de ellas eran prudentes, y cinco fatuas. Pero tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron." Mat.25:1-5.

El permitirle al diablo que libremente siembre cizaña entre el Trigo es un mal que ha existido en la iglesia cristiana después de la era apostólica, y como

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 resultado, cada vez que el Señor ha enviado un mensaje a Su pueblo, la cizaña que hay en su medio, inmediatamente (siguiendo las instrucciones de sus líderes), expulsan el mensaje. Así, levantan sus manos y pues, vez tras vez, venden su primogenitura por menos de un plato de lentejas, el pueblo profeso de Dios sufre la pérdida, y todavía la iglesia no aprende la lección! "Oh casa de Israel," amonesta el Señor, Básteos de todas vuestras abominaciones; de haber vosotros traído extranjeros, incircuncisos de corazón, e incircuncisos de carne, para estar en Mi santuario, para contaminar mi casa." Eze.44:6,7.

Dado que la cizaña ha crecido tanto que ha desplazado a los fieles de su medio en alentadora palabra de seguridad el Señor dice a estos últimos: "Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de ti, y os denostaren, y deshecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre. Gozaos en aquel día, y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas." Luc.6:22,23.

Como el período desde la era apostólica es el tiempo en que crecen el trigo y la cizaña, y como además, la iglesia de Laodicea es la última de la siete secciones de la iglesia Cristiana en la cual cohabitan el trigo y la cizaña, es menester que conozcamos la respuesta a la pregunta:

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¿Cual es la Iglesia de Laodicea?

Laodicea puede ser reconocida infaliblemente entre los muchos "ismos" del Cristianismo por la obra que ella está haciendo - declarando el juicio. Ciertamente esta marca de identificación está señalada en el nombre Laodicea, que está compuesto de dos palabras griegas Lao y Dekei; la una que significa "pueblo", también "hablar", y la otra "juicio," para un significado combinado que quiere decir: El pueblo o la gente que declara el juicio. Por lo tanto, la iglesia que declara, "temed a Dios, y dadle honra, porque la hora de Su juicio es venida" Apoc.14:7, es evidentemente Laodicea. Y es bien conocido tanto fuera como dentro de los circulos Adventistas que la iglesia Adventista Del Séptimo Día está esforzándose por dar el mensaje del juicio de Apoc.14:7 lo cual le garantiza el título indiscutible de Laodicea.

Claramente entonces, los nombres de "las siete iglesias" (representando las secciones sucesivas de la iglesia Cristiana, de la cual Laodicea es la última) no son "solo nombres". Tomemos como ejemplo adicional el nombre de la sexta iglesia, "Filadelfia". Su significado, "Amor Fraternal", no encaja en la descripción de la condición espiritual de la organización de cualquier otra iglesia en toda la era Cristiana, sin embargo encaja muy bien con el estado de amor que manifesto la sexta iglesia -- La iglesia Millerista.

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Siendo el ejemplo vivo de una iglesia que nunca fue culpable de obstruir o tratar de impedir que sus miembros ejercieran el derecho inalienable de investigar y aceptar por si mismos lo que sus conciencias le permitieran investigar y aceptar, fue la única que no contribuyó en nada a la grave condición a la que alude la escritura cuando dice: "Oid palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a Su palabra: vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de Mi Nombre, dijeron: Glorifíquese Jehová. Mas el se mostrará con alegría vuestra, y ellos serán confundidos." (Isa.66:5) en la

Separación de la Cizaña de Entre el Trigo.

El fin del período en el que el trigo y la cizaña conparten juntos es el tiempo de la obra final por la iglesia de Laodicea (la última de las siete iglesias). Esta obra fue identificada por la fundadora de la iglesia como el sellamiento de Ezequiel 9, el sellamiento del Israel espiritual, los 144,000. (Vea testimonios para los Ministros, P.445 y Joyas de los Testimonios, tomo 1, Pg.335; Joyas de Testimonios, tomo 2 pg.65,66.) Esta identificación es sustanciada concluyentemente por el hecho, como vimos aquí, de que la profecía de Ezequiel es una separación de dos clases - aquellos que "gimen y claman por las abominaciones que se hacen en medio de ella" (la iglesia) y aquellos que no lo hacen.

y como los primeros son librados mientras que los últimos (los que no gimen ni claman) caen bajo las

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armas de destruir de los ángeles, se puede ver que hay una completa separación de la cizaña de entre el trigo en el

TIEMPO DE LA SIEGA

Aunque el verdadero significado y tiempo de la siega es en grán medida confuso para muchos y confundido por algunos, si estudiamos muy de cerca la Escritura quedará aclarada en forma simple; tal como aclaró el tiempo de sembrar la semilla y el período de el trigo y la cizaña.

Con sus ojos, capaces de penetrar la densa niebla de los siglos, Cristo anticipó la negligencia de Sus Atalayas y la maldad que habría de brotar en Su iglesia. No obstante, cuando Sus sirvientes le preguntaron: "¿No sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? ...¿Quieres, pues, que vayamos y las arranquemos?...El les dijo: No, porque sacando la cizaña, no arranqueis con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en mi alfolí." Mat.13:27-30.

La siega es el "resultado de esfuerzo", de trabajo, "juntar del grano"-segar el resultado del trabajo y la labor y llenar los graneros con granos. Así, en lugar de terminar el año de labor con el comienzo de la siega es cuando comienza el trabajo más árduo.

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Y aunque el tiempo de la siega es el más corto de todos los períodos del año de cosecha, el trabajo de segar no se lleva a cabo en un momento; toma tiempo. El producto no es almacenado convirtiendo el campo en un granero; no, eso se llamaría un conglomerado y no una siega. Primero se mete la hoz en el grano, luego el grano es juntado en manojos, después es desgranado, y entonces es almacenado en el granero; entonces la paja y la cizaña son destruídas. Habiéndose completado este trabajo durante el otoño, muestra que la siega es un período de tiempo después que "acabóse el verano" y es seguido por el período infructuoso del invierno.

De la misma forma debe suceder con la siega espiritual, de otra forma la siega literal no sería una ilustración pertinente. No estimemos en poco la sabiduría de Dios: Sus ilustraciones son perfectas.

Considere, ahora, con que exacta fídelidad a la siega natural el Maestro ha declarado las verdades de la siega espiritual: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega," "El dice: "y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en Mi alfolí." Mat.13:30.

En éstas palabras parabólicas Cristo ha hecho el método espiritual de segar análogo al metodo natural.

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Si uno no fuera precisamente como el otro, el hubiese hecho distinción en la diferencia. Sean, por lo tanto amonestados, a no permitir que la vana imaginación entre en la mente, sino estad firmes en las escrituras, porque ellas están llenas de significado de inigualable valor-verdaderamente lo son, su propia vida.

Como la palabra "hasta" quiere decir "al momento de" la cizaña, por lo tanto, ha de juntarse, no antes ni después de la siega, sino al comienzo de ésta. Y el "tiempo de la siega," siendo el fin del tiempo de gracia (Palabras de Vida del Gran Maestro, p.50), entonces la siega misma necesariamente preceda el fin del tiempo de gracia-la temporada infructousa del invierno. Por consiguiente, la cizaña es separada del trigo antes y no después del fin del tiempo de gracia.

El trigo, "los hijos del reino" (verso 38), son juntados en el alfolí, el reino; la cizaña, "los hijos del malo" (verso 38),--meros profesos, aquellos que son solo oídores y no hacedores de la palabra, y a quienes se les otorgó la membresía mientras "los hombres dormían"-"son juntados y lanzados al fuego" (verso 40), después que el trigo es juntado en manojos. Pero,

¿Quienes Son Los Segadores?

"Los segadores son los ángeles" quienes "saldrán y apartarán a los malos de entre los justos." Mat.13.39,49. Estos ángeles no son los mismos que

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han de "venir" con

Cristo en Su segunda venida, sino aquellos que El "envía". Son estos como los tres ángeles de Apoc.14:6-11. De hecho, el tercer ángel "es el que separa el trigo de la cizaña, y sella, o junta, el trigo para el granero celestial."--Primeros Escritos, p.118. Por lo tanto, los ángeles, los segadores, a quien Cristo envía, incluye al ángel del sellamiento, o que junta el grano, y los que le siguen para llevar a cabo la matanza (Ez.9:2,5,6), primero en la iglesia, y luego en el mundo. Es, pues, la

Separación en dos Secciones.

La orden, "y juntarán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad, "no significa juntar Sus santos de la tierra para el cielo; tampoco significa destruir los impíos de la tierra; porque los primeros han de ser juntados, no directamente para el cielo, sino primeramente para "el granero", el reino terrenal; y los últimos no son destruídos inmediatamente "en el tiempo de la siega," sino que primero son juntados en manojos, y luego son destruídos, como se ilustra más adelante en la parábola de la red:

"Así mismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, saca todo suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, juntaron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera," Mat.13:47,48. --67--

Esta parábola también muestra la separación de los impíos de entre el pueblo de Dios en la iglesia (la red), siendo ésta la primera sección de la obra de separación, el comienzo de la siega. La sección subsiguiente sigue en el mundo, mientras la tierra es iluminada con la gloria del ángel del "fuerte pregón" y "otra voz del cielo" dice: "Salid de ella, pueblo mio, para que no seaís participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas. "Apoc.18:4.

Note que en la primera sección de la separación, la que se lleva a cabo en la iglesia, los impíos son sacados de entre los justos, mientras que en la segunda, la que toma lugar en Babilonia, los justos son llamados de entre los impíos.

Como el "campo" es "el mundo" (Mat.13:38), la parábola del trigo y la cizaña necesariamente incluye ambas secciones de la siega. Por el contrario, como la "red" levanta los "peces," los conversos que ha producido la iglesia que proclama el evangelio, la parábola de la red por lo tanto está limitada a la separación en la iglesia. Combinadas ellas ilustran la

Relación de las Primicias y los Segundos Frutos.

A Isaías también se le mostró esta doble siega. "Por que Jehová juzgará con fuego y con su espada," profetizó él, a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados. Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de puerco, y

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abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová." Isa.66:16,17.

 Los muertos del Señor, en esta escritura, son aquellos que profesan estar en la fé, que se adjudican santificación y purificación, basados en los méritos de la justicia de Cristo. Ellos caminan, es decir, en sus propias sendas, no en obediencia a la verdad.

Cubiertos en estos mantos espurios de santificación y purificación, posan como reformadores, mientras que todo el tiempo se han extasiado en las abominaciones de los paganos; en secreto-"unos tras otros," (en inglés dice: en los jardines detrás de un árbol), o como explica el texto en inglés al margen, dejándose guiar unos trás otros. Y la comida (carne de cerdo, y ratón, y abominación,-cualquiera sea o dondequiera estén éstos cristianos paganos,-alimentos usados respectivamente solo en ciertas partes del mundo, entre diferentes clases y razas) con los cuales gratifican sus apetitos, muestra que la destrucción consecuente entre estos auto-santificados y auto-purificados está en la iglesia a nivel mundial.

Que esto no fue entre los gentiles, los cuales no conocían la verdad acerca de Dios y Su grán poder, puede verse claramente en las palabras del Señor: "Enviaré de los escapados de ellos a las gentes, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco, a Tubal y a Javán,

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(Las naciones gentiles de hoy día mencionadas por sus antiguos nombres), a las islas apartadas que no oyeron de mi, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las gentes." Isa.66:19.

Siendo que estos que han escapado ( las primicias, los 144,000 siervos de Dios, Apoc.7:3) "traeran a todos vuestros hermanos" (Los segundos frutos, la grán multitud-Apoc.7:9), "por presente a Jehová"... de entre todas las naciones (Isa.66:20) esta grán reunión necesariamente, por lo tanto, es la obra final del evangelio-la segunda sección de la siega.

Y además, puesto que estos escapados han de traer todos sus hermanos "a mi santo monte de Jerusalén, dice el Señor," "en vasos limpios a la casa de Jehová," (Isa.66:20), se hace evidente el hecho de que la destrucción de los impíos, resulta en la purificación de la iglesia. Los "vasos limpios" son, por lo tanto, la iglesia purificada, compuesta de los que han escapado- las primicias, los 144,000-quienes, libres de los impíos (la cizaña) "como siervos del Señor" traerán entonces los segundos frutos, la gran multitud que no se puede contar, de entre toda nación.

Habiéndose completado la segunda sección de la separación se cierra el tiempo de gracia. En consecuencia de lo cual se escuchará el horrible lamento de perdición de los impíos: "Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos." Jer. 8:20.

Siendo ésta la terrible experiencia de la cizaña en

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Babilonia, en la segunda sección de la siega, debe haber, como "tipo" una experiencia similar precedente para la cizaña en la iglesia de Laodicea, en la primera sección de la siega, paralelo que muestra concluyentemente que

La Iglesia No Es Babilonia.

La razón por la cual la iglesia no es figurativamente "Babilonia" es que ella es denominada Jerusalén (Eze.9:4,8), y porque de entre los buenos en ese lugar, los impíos (la cizaña) son destruídos, echados fuera, por los seis varones con las armas de destrucción. (Eze.9:6-9), y luego de esto los buenos (el trigo) son juntados en "el granero," mientras que los impíos en Babilonia, quedan en Babilonia y los justos ("Pueblo mio") son llamados a salir de ella para ser juntados en "el granero" y entonces los siete ángeles derraman las siete últimas plagas, y los impíos restantes son destruídos.

De este modo, en la primera sección de la separación en la iglesia, los impíos son destruídos por seis varones con armas de destrucción, antes de haber sacado a los buenos; y en la segunda sección, la separación entre las iglesias en Babilonia, los impíos son destruídos por siete ángeles con las siete últimas plagas, después que los buenos han salido fuera. Hay por lo tanto dos separaciónes y dos frutos: La primera produce los primeros frutos, los 144,000, que no se han contaminado con mujeres (Apoc.14:4). Estos son aquellos a quienes el mensaje

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del sellamiento les halla en la iglesia de Dios, y no en las iglesias paganas. Y la segunda produce los segundos frutos, la gran multitud de todas las naciones, algunos de los cuales puede que tampoco se hayan contaminado con mujeres-iglesias paganas.

Habiendo estudiado hasta ahora el Juicio, la siega, a la luz de los testimonios de los profetas y las parábolas de Cristo, ahora lo examinaremos

A La Luz Del Servicio Ceremonial.

Así como el Espíritu de Profecía declara que "el sistema completo de tipos y símbolos era una profecía compacta del evangelio, una presentación en la cual estaban resumidas las promesas de la redención." (Hechos de los Apóstoles,P.12), también el plan de la salvación es revelado no solo en el testimonio de los profetas y en las parábolas de Cristo sino también en los tipos y símbolos del santuario terrenal. En adición a esto, las experiencias del pueblo en el período típico "les acontecieron," se nos ha informado "en figura;" " y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado." 1Cor.10:11. Lógicamente estamos obligados por el mismo principio a prestar atención a las instrucciónes de Dios a Moisés:

"A los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones...Para reconciliarnos delante de Jehová

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vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiera en este mismo día, será cortada de sus pueblos." "Expiar a los hijos de Israel...una vez al año." Lev.23:27-29; 16:34.

Cuando uno es "cortado de entre su pueblo" por causa de pecado, su nombre también debe ser "removido del libro de los vivos." Sal.69:28. Consecuentemente, el día de la expiación era un día antitípico de la expiación (el juicio investigador)-el día en el cual el Señor removerá de su libro los nombres de todos los pecadores, y "separará" de la congregación de Su pueblo aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro.

En relación al día de expiación típico, el Señor ordenó a través de Moisés: "en este día se os reconciliará para limpiaros; y sereis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová,... Y expiará el Santuario santo, y el tabernáculo del testimonio; expiará, también el altar." Lev.16:30,33.

Siendo el día de expiación en el tipo para ambos, muertos y vivos, el servicio del tabernáculo terrenal, por lo tanto, el día de expiación proyecta en el antitipo la purificación del santuario celestial de nombres indignos de estar en los libros y la purificación de la iglesia aquí en la tierra de sus

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miembros inconversos e inestables, trayendo así el tiempo de libros puros, una iglesia pura, y un pueblo puro.

Proyectando su mirada hacia ese día de purificación Zacarías profetizó: "En aquel tiempo estará sobre las campanillas de los caballos: Santidad a Jehová; y las ollas en la casa de Jehová serán como los tazones delante del altar. Y será toda olla en Jerusalén y en Judá santidad a Jehová de los ejércitos...y no habrá más cananeo alguno en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel tiempo." Zac.14:20,21.

Envisionando la misma escena, el profeta Isaías declara: "Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los Reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano de Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada...sino que serás llamada Hefzibá...Pueblo Santo." Isa.62:2-4,12.

"Empero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad,...Y dejaréis vuestro nombre, por maldición a mis elegidos; y el Señor Jehová os matará, y a sus siervos llamará por otro nombre." Isa.65:11,15.

"El pueblo sin entendimiento caerá." Oseas. 4:14. "Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados;

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mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos." Dan.12:10.

Aquellos que tienen una visión clara sobre la verdad de la siega tal como es enseñada en los Testimonios de los profetas y en las parábolas tendrán una visión aún más clara a medida que estudiamos el significado de

Las Gavillas Mecidas, Los Panes Mecidos Y la Fiesta de los Tabernáculos.

Para ilustrar nuestra salvación en plenitud, los ritos de la siega del sistema ceremonial deben, por lo tanto, corroborar los testimonios de los profetas y las parábolas concernientes a la siega ya que todos están intricadamente unidos. Las ceremonias de los primeros y segundos frutos del grano, por consiguiente, deben revelar la verdad concerniente a los primeros y segundos frutos de la humanidad. En la ley dada a los levitas leemos:

"Traeréis al sacerdote un omer por primicias de los primeros frutos de vuestra siega: El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos; el siguiente día del Sábado lo mecerá el sacerdote... Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios... Y os habéis de contar desde el siguiente día del Sábado, desde el día en que ofrecisteis el omer de la ofrenda mecída; siete semanas cumplidas serán, hasta el siguiente día del

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Sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, por primicias a Jehová. Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días. Lev.23:10,11,14-17,39.

Vemos aquí ordenada la observancia de tres ritos para la siega: (1) La ceremonia de las gavillas mecidas, al principio o comienzo de la primera siega; (2) La ceremonia de los panes mecidos, al final o cierre de la primera siega; y (3) La fiesta de las Cabañas, al concluir la segunda siega. Debido a que son tipos, estas dos siegas de granos con sus tres sacramentos literales, consecuentemente prefiguran dos cosechas de almas con tres ritos espirituales, el primero de los cuales son

Los Primeros Frutos con Las Gavillas Mecidas y Los Panes Mecidos.

Siendo las gavillas mecidas (gavillas frescas) de granos que todavía permanecían en el tallo que se había cortado significaba que eran frutos para ser cosechados. Y como la gavilla iba a ser ofrendada antes de haber metido la hoz en el grano y juntarlas en manojos, obviamente señalaba a una cosecha espiritual de primeros frutos que habrían de ser recogidos.

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lista de Referencias H.A.14 tipos y símbolos una profecía compacta. Dtg.33 fiel interprete de simbolos ha de venir Lev.23 ceremonias de la siega Mat.27:52,53 Resurrección de la multitud. 1 Cor.15:20; DTG.786. Cristo las Primicias. PE.34, 282 abandonando las ciudades. La cosecha ceremonial y su significado Pentecostés antediluviano Pentecostés Apostolico Tiempo biblico los santos proclaman el último mensaje de la bliblia en el último pentecostés - el eternal govierno en la tierra fin del tiempo de gracia C.O.L.72

10-- universal; 120--Pentecos-tés; 5--la biblia; 600--la biblia y los santos; 3--número simbólico de Cristo representativo de la trinidad; 6,000--tiempo de gracia literal el pentecostés Apostólico la fiesta de las cabañas la resurreción de Cristo. Juicio de los muertos Tiempo de Gracia De los Muertos segundos frutos De los Vivos las Primicias sellamiento Juicio de los Vivos Cierre de Gracia Después de 40 Días. En el Pentecostés, cincuenta días después de haber ofrendado la gavilla, el tipo, todo Israel debía

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ofrendar "Nuevo presente a Jehová... [dos panes para ofrenda mecida, cocidos con levadura"] por primicias a Jehová. Lev.23:16,17.

Tanto las Gavillas Mecidas como los panes mecidos eran ofrendas de agradecimiento por los primeros frutos. Uno era dedicado al comienzo de la siega y el otro al terminar la misma. En contraste con las gavillas mecidas de los granos recogidos tadavía en el tallo, (frescos) que prefiguraban frutos que iban a ser recogidos después que las gavillas habían sido ofrendadas, los panes mecidos, un producto ya completado, significaba frutos ya recogidos. (Para comprender mejor el significado de estas tres fiestas ceremoniales tan importantes para la salvación, vea el cuadro gráfico en la pag.77.).

Veremos que el mandamiento que ordena la observancia del Sábado, el séptimo día de la semana (favor de referirse a la ilustración gráfica ya mencionada), tanto como la ordenanza en relación a la observación de las fiestas ceremoniales anuales, fueron registradas en el capítulo veinte y tres de Levíticos, verso 3. Por lo tanto debemos tener cuidado de no confundir una verdad con la otra.

Las gavillas mecidas debían ser ofrecidas "el día siguiente al Sábado"- esto es, el primer día de la semana, conocido hoy comunmente como Domingo. Esta ofrenda debía ser presentada, no en un día especial del més, sino en un día especial de la semana, antes de haber cortado el grano y haberlo juntado en manojos. (Lev.23:11,14). La semana

--78-- Pascual que se celebraba precisamente en la temporada de las primicias era el período en el cual se ofrecía, usualmente, las gavillas mecidas delante del Señor, proyectaba en su ritual profético a Cristo, El Antitipo de las Gavillas Mecidas.

Por más de mil años la fiesta anual de las gavillas mecidas señalaba a su evento antitípico futuro, la resurrección de Cristo. Y el hecho de que Cristo resucitó en el mismo día siguiente al Sábado, no debe atribuirse a mera coincidencia o a ninguna otra causa ajena al designio Divino. "El fue el antitipo de las gavillas mecidas," declara el Espíritu de Profecía, "y su resurrección tomó lugar el mismo día en que esa gavilla era presentada delante del Señor."-Deseado de Todas Las Gentes, p.729.

Así Cristo, las primicias, y aquellos quienes se levantaron de la tumba con El, cuando El resucitó, siendo levantados para vida eterna, fueron el antitipo de las gavillas mecidas (agitadas) de los muertos. Y por cuanto las gavillas mecidas de grano (frescas, las primeras espigas de grano maduro, antes de haberse puesto la hoz a la mies), señalaban hacia adelante, a la recolección de los primeras frutos del campo, también aquellos que resucitaron con Cristo, siendo las primicias de los muertos, señalaban hacia adelante, a la recolección de las primicias del Evangelio -- los 120 discípulos. Pero como aquellos que se levantaron con Cristo ascendieron con El como trofeos de Su victoria sobre la muerte y la tumba, ellos a su vez vienen a ser un tipo viviente, y de esa forma

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Las Gavillas Mecidas de Los Vivos.

Igual como Cristo se levantó en el mismo día en que las gavillas eran ofrendadas, el Espíritu Santo, de la misma manera descendió sobre los 120 discípulos en el mismo día en que los panes mecidos eran presentados delante del Señor. El Pentecostés Apostólico fue, por consiguiente el prototipo de el Pentecostés ceremonial (el día en que se ofrendaban los panes mecidos). Y por cuanto las gavillas mecidas eran figura de Cristo y aquellos que resucitaron con El como los primeros de las primicias de los muertos, entonces los panes mecidos fueron una figura de los 120 discípulos llenos del Espirítu Santo quienes fueron el complemento completo de los primeros frutos de los muertos y que fueron juntados después de la resurrección.

De estos hechos podemos ver más claramente que aquellos que Cristo tomó con El fueron las gavillas mecidas vivientes y las únicas que han sido ofrendadas en el santuario celestial; y que como resucitados de entre los muertos, son las primicias de los muertos, mientras que como vivientes perpetuamente delante del Padre, son las gavillas mecidas vivientes de las primicias de los vivos, los 144,000 siervos de Dios, quienes consecuentemente preceden

Los Segundos Frutos y La Fiesta de los Tabernáculos. Siendo los 120 discípulos en el día de

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Pentecostés, las primicias del evangelio de entre los muertos, por consiguiente la gran multitud añadida diariamente a la iglesia de allí en adelante, fueron naturalmente los segundos frutos del evangelio de entre los muertos.

"Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días," dice el registro Levítico de los mandamientos del Señor en relación a los ritos de la siega,...y tomaréis el primer día gajos con fruto de árbol hermoso, ramas de palmas, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días... En cabañas habitaréis siete días, todo natural de Israel habitará en cabañas." Lev.23:39,40,42.

Como las gavillas mecidas y los panes mecidos son típos (representativos), entonces la fiesta de los Tabernáculos debe ser también representativa (tipo). De otra manera la ceremonia no hubiese sido observada como parte del rito de la siega. Y así como en el tipo la fiesta debía ser celebrada al concluir la recolección final de la siega anual, entonces para corresponder con el antitipo también esta debe celebrarse al cierre de la recolección final de la siega terrenal, la cual se está acercando a su cumplimiento. Así que el tiempo que se tomaba en producir y ofrendar las gavillas mecidas y los panes mecidos, y también en observar la fiesta de los Tabernáculos es representativo de todo el tiempo de la siega espiritual de los vivos y de los muertos. Tomando en consideración este hecho el Espíritu

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de Profecía dice: "La fiesta de los tabernáculos no era solo conmemorativa, sino representativa (tipo).. celebraba la recolección de los frutos de la tierra, y señalaba el gran día de la cosecha final, cuando el Señor de la siega ha de enviar a Sus segadores a juntar la cizaña en manojos para el fuego, y juntar el trigo en Su granero. Entonces los impíos serán destruídos. "Patriarcas y Profetas, p,583.

Claramente entonces, por cuanto los primeros y segundos frutos de la siega literal y sus ritos concurrentes prefiguraban una siega espiritual de primeros y segundos frutos los mismos han de ser culminados con la antitípica fiesta de los tabernáculos.

"Yo ví los santos," dice la siega del Señor al describir esta celebración, abandonando las ciudades y villas, y agrupándose en compañias, viviendo en los más solitarios lugares. Los ángeles les proveían agua y alimentos, mientras que los impíos padecían hambre y sed."-P.E.p,282.

De esta forma el Israel antiguo, habitando en cabañas, tipifica el Israel moderno, eventualmente, habitando en los bosques. Irrefutablemente, por lo tanto, la siega de Mateo 13 precede el fin del tiempo de gracia, y es el tiempo de juntar los primeros y segundos frutos--los 144,000 y "la gran multitud."--Todos los santos que han de ser trasladados.

Tal como la luz que apunta a este punto revela claramente que el Pentecostés después de la resurreción fue para la cosecha de aquellos que habrían de morir,

--82-- correspondientemente debe haber un Pentecostés para la cosecha de aquellos que han de ser trasladados. Y por la misma lógica, las gavillas mecidas y los panes mecidos deben tener también una aplicación doble, para los muertos como para los vivos, comprendiendo ambos el total de frutos de la siega espiritual antitípica.

El Pentecostés de la era Apostólica, en el poder proporcionado para la recolección de los segundos frutos hasta el comienzo del juicio de aquellos que al presente han muerto, prefigura el Pentecostés final, el cual está todavía en el futuro y que ha de proporcionar poder para juntar los segundos frutos de los vivos, aquellos que no verán la muerte. En otras palabras, aquellos que murieron previo al Pentecostés final han de ser juzgados mediante la verdad, la luz reflejada a través del poder del Pentecostés del tiempo Apostólico.

(Desde Su bautismo, hasta su ascención, Cristo enseño ampliamente, la verdad que había de preparar a aquellos que la aceptaran, para que pudieran impartirla. Y en el día de Pentecostés, el les habilitó con Su Espíritu para que la proclamaran con poder.)

Concerniente al juicio, la siega, la sierva del Señor declara: "Entonces ví el tercer ángel. Mi ángel acompañante dijo; Temerosa es su obra. Terrible es su misión. El es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar, o

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atar, el trigo para el granero celestial. "Primeros Escritos, p.118.

"Ahora pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras; porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos. Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho." Isa.28:22,23.

Y ahora que aquellos que honestamente desean escuchar y obedecer la voz de la Verdad han tenido la oportunidad de comprender con la mayor claridad posible los varios aspectos del tópico del juicio, la siega, son traídos aquí a un enfoque consolidado:

El lector ha de acordarse que aquellos que fueron resucítados con Cristo en el día 18 del primero mes (favor referirse al cuadro de la página 55), fueron inmortalizados y recibidos en el cielo como la gavilla antitípica, indicando a la cosecha de frutos que no mueren. Su resurreción de entre los muertos significaba el comienzo de la cosecha de las primicias de los 120 discípulos que habrían de morir y ser resucitados. El hecho de que los seguidores de Cristo no estaban unanimes antes de la resurreción es testimonio muy positivo que las primicias (los 120) de aquellos que dormían no maduraron (completamente convertidos) hasta después de la resurrección.

Los 40 días de la presencia personal de Cristo sobre la tierra después de Su resurrección fué el tiempo en el cual los primeros frutos

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(primicias) fueron juntados, ya que después de Su ascención los Cristianos se encerraron en el aposento alto y no salieron a predicar la verdad hasta el día del Pentecostés. Los 120, que recibieron el poder del Espíritu Santo el mismo día en que los panes mecídos eran ofrecidos, fueron, por lo tanto, antitipos de los panes mecidos, señalando la terminación de la siega de las primicias. Subsecuentemente vinieron los segundos frutos de los muertos, en el período de los cuales la cizaña crecían junto con el trigo.

Maravillosa es sin duda la forma en la cual Dios ha obrado el plan de salvación y como lo ha revelado paso a paso según ha sido necesario. Cuando en 1844 comenzó el juicio investigador de los muertos y se comenzó a juntar las primicias de los vivos, el Señor no dejó a Su pueblo en obscuridad concerniente a estos eventos. La primera visión que recibió la Señora White en 1844 fue acerca de las primicias, los 144,000, los "siervos de nuestro Dios" que nunca han de conocer la muerte. (Vea Primeros Escritos,pg.13-16).

Así como Cristo y aquellos que El resucitó y llevó con El vinieron a ser las gavillas prototípicas, indicando la recolección de las primicias (los 120) de aquellos que han de ser resucitados, de la misma manera cuando El comenzó su ministerio sacerdotal en el primer departamento del santuario celestial, y se presentó a sí mismo y Sus trofeos ante Su Padre, ellos vinieron a ser antitipo de las gavillas, como indicio de la recoleción de las primicias de aquellos

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que han de ser trasladados (los 144,000 santos viventes). A la luz de éste paralelo, la condición espiritual de los 120 antes del Pentecostés apostólico es claramente vista como tipo de la condición espiritual de los 144,000 antes del Pentecostés del tiempo del fin.

Los 40 días (Hechos 1:3,9) de la resurreción a la ascención son por consiguiente tipo del período de 1844 hasta que se complete el sellamiento y matanza registrado en Ezequiel 9 y Apocalipsis 7:3-8;14. Respectivamente, y en Testimonios para los Ministros, p.445; Joyas de los Testimonios, tomo1,p.335,336; y Primeros Escritos, p.270-273.

Después que las primicias son sellados y la cizañas removidas de su medio, libres entonces de la influencia del mundo, tal como estaban los 120 en el día de Pentecostés, recibirán el "derramamiento del Espirítu Santo en una medida mayor, como lo demanda el aumento de impiedad por un llamado de arrepentimiento más determinado." Testimonios, Vol 7,p.33 (Inglés).

Las primicias de los muertos (120) siendo una compañía numerada, y los segundos frutos de los muertos (las multitudes que se han juntado después del Pentecostés) una compañía innumerable, así, por consiguiente, debe ser con los primeros y segundos frutos de los vivientes. De aquí el sellamiento de los 144,000 primicias; y además, dice Juan, " Después de estas cosas miré, y he aquí una grán compañia, la cual ninguno podía

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contar, de todas las gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos. Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes." Apoc.7:9,11.

Noten cuidadosamente que esta gran multitud estaba delante del trono, no físicamente, sino figurativamente, como vemos en Primeros Escritos, P.55, y como deja de manifesto el doble hecho de que (1) los ángeles "estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes," mostrando que la gran multitud estaba fuera del círculo angelical; y además (2) la presencia de los ángeles, los ancianos, y los cuatro seres vivientes alrededor del trono muestra que el juicio (Apoc.4:2-6) todavía estaba en sesión, y que por lo tanto la gracia no había terminado.

Las palmas en las manos de la gran multitud (Apoc.7:9,11), y las "palmas de la victoria" puestas "en todas las manos" de " la innumerable hueste de los redimidos" (C.S.p, 704), indican dos eventos completamente diferentes: Porque en el último reciben las " palmas de la victoria y [un] arpa brillante," mientras que en el primero no tiene arpas sino palmas solamente. Claramente, entonces, mientras las arpas y las palmas de los huestes de los redimidos en el cielo son galardones actuales de victoria, las palmas de la gran multitud en la tierra son palmas de victoria figurativas.

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Vemos ahora que a través del testimonio de los profetas, mediante parábolas, y los tipos ceremoniales, Dios ha labrado el hecho estructuralmente imponente de que (1) el juicio es la siega,- la separación de la cizaña del trigo-- el fin del mundo; y (2) el juicio, la siega, cubre dos fases, dos períodos: el primero para los muertos y el último para los vivos; y además (3) que uno toma lugar conforme a los registros en los libros del santuario celestial, mientras que el otro toma lugar simultáneamente en la iglesia, en la tierra, y en los libros en el cielo; y finalmente que (4) el hecho mismo de que el tema está siendo revelado al presente en toda su plenitud da testimonio que estamos justo al borde de pasar de la primera a la última fase y período y que estamos viviendo, por lo tanto, en los últimos días de la historia de este mundo.

Esta visión cuadruple del juicio, la siega, exalta de esta forma la verdad que contiene como una perla de gran precio, y revela que las profundidades de la Palabra de Dios son inmensurables: Su sabiduría inescrutable e infinita -- sin principio ni fin; Su caudal de conocimiento una fuente perpetua de verdad: Su presencia sempiterna; y Su belleza inefable!

Habiendo sido fortalecido el lector para asirse firmemente a esta verdad tan importante y fundamental, así como a todo el resto de la verdad, le instamos a seguir el método Divino (La Inspiración) al estudiar las escrituras, y evitar mediante esa práctica

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EVITAR INFINIDAD DE ENGANOS

Entre las multitudes que son engañados mientras hacen todo lo posible por escapar de la interpretación inspirada de Las Escrituras están, quizá en primer lugar, los extremistas, entre los cuales hay por lo menos dos clases, una que tiene la tendencia a interpretar en forma literal; y la otra con tendencias a interpretar en forma espiritual.

Tomemos por ejemplo la declaración de Juan el revelador: "...Vi delante del altar las almas de los que habían sido muertos por la palabra de Dios,...Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuado Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre?" Apoc.6:9,10.

Los que ven todo literalmente por un lado, interpretarían esta declaración bíblica con el significado de que las almas estaban concientes y realmente clamaban, aunque la Biblia es muy explícita al señalar que "los muertos nada saben." Ecl.9:5. Además, si las almas debajo del altar estaban clamando literalmente por venganza sobre sus homicidas, entonces, para ser consecuente, la declaración del Señor, "La voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra" (Gen.4:10), además de la declaración, "todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso" (Isa.55:12), deben igualmente ser interpretadas en forma literal, a pesar del hecho de que físicamente es imposible que la sangre clame y que los árboles aplaudan.

Sin embargo, si todos estamos obligados a admitir

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que la sangre de Abel no podía clamar literalmente, y que los árboles solo figurativamente pueden aplaudir, entonces, para continuar siendo consistente, quien se va al extremo de aplicar todo en forma literal debería estar dispuesto a aceptar que actualmente " los muertos nada saben," que "duermen"-inconcientes. Fácilmente debería también percibir que las almas de los mártires clamando por venganza sobre sus homicidas, y que la sangre de Abel clamando por venganza sobre su homicida son casos virtualmente idénticos en circunstancias y condición. Ambos casos hallan una ilustración apropiada en la frase poética: "Escucho una voz clamando, la voz del campo marchito. Oh, Señor, ten piedad de mí. Caigan las lluvias del cielo. Apaga, Señor, mi alma ardiente."

Un alma que esta prisionera, en estado conciente, bajo algo, por cientos de años, sin nada más que hacer sino quejarse y languidecer en espera por la mañana de la resurreción y clamando por venganza sobre aquellos que derramaron su sangre,-! Que estado intolerable e inexpresivo el de esa alma!

La doctina, sin embargo, del estado inconciente, de los muertos no solamente trae paz a la mente preocupada del ser humano sino que a su vez adjudica amor y misericordia de parte de Dios hacia el impotente ser humano, siendo de esta forma, la única posición en el asunto que puede conducir al pecador a amar y confiar en Dios en forma razonable. Quienes, por el otro lado, se inclinan, por el contrario, a espiritualizar las almas, la

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matanza,los cielos, la tierra nueva, etc.,-para ellos esto no tiene individualidad ni realidad. Y en relación a la doctrina de la matanza cuando se le hace la simple pregunta, ¿Qué clase de matanza sería una matanza espiritual? No encuentra una respuesta.

En conección con este asunto, existe en todos, una gran necesidad: El Espírtu de Verdad, a Quien únicamente se le ha otorgado el derecho de interpretar las Escrituras.

La causa más común de confusión doctrinal entre estudiantes de la Biblía radica en que muy a menudo dejamos de ver el asunto en la perspectiva total del punto de vista del autor, -- falta cuyo resultado hace que lo vean de un punto de vista ajeno al intencionado disminuyendo su visión de tal forma que en lugar de beneficiarse en las ideas del escritor en relación al tema, consiguen una idea falsa del asunto. Y si la idea es de su agrado la magnifican y la promueven celosamente como verdad, mientras que si no es de su agrado, la oponen vigorosamente, y ponen entonces la responsabilidad sobre el escritor.

Para ilustrar como es que adquirimos una idea errónea de un asunto cuando tenemos una perspectiva errónea del mismo: un niño que acompaña a su madre al parque zoológico, y que nunca ha visto un pavo real antes, de momento se cruza con uno que huye de él y abre su plumaje real a toda capacidad creando ante sus ojos la ilusión de un abanico andante gigante!

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 Emocionado con la maravilla ilusoria que pasa ante él, exclama excitado por el paisaje solo para recibir la afirmación desilusionadora de su madre asegurándole que era solo un pavo real. En otra ocación, sin embargo, cuando acompañaba al padre al zoológico, nuevamente el niño vuelve a ver el pavo real, mas esta vez el pavo está de frente, con su plumaje extendido y mostrando un cuadro enteramente nuevo y diferente. Rápidamente se vuelve al padre con gran emoción para preguntarle lo que para él es una pregunta emocionante solo para oirle decir: Es un pavo real!

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 Dando entonces lugar a que comience una discución en donde el hijo protesta porque el pavo real que el vio cuando estaba con la madre no se parecía en nada al que estaba viendo ahora. Y viéndose incapaz de armonizar, como simples aspectos mayores y menores del mismo asunto, lo que él está observando al presente en vista frontal, o el punto de vista principal, y lo que el vió anteriormente de espaldas a él, o sea el punto de vista extraño, su mente vacila en confusión tratando de decidir si creer a la madre o al padre.

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 Así sucede con la Biblia cuando uno considera un tema desde un punto de vista ajeno al del autor.

Encuentra discrepancias en la posición sostenida por aquel que ve el tema o asunto a través de los ojos del autor. Por consiguiente, para mantener la falsa idea resultante de su punto de vista discordante, recurre entonces a fuentes externas: A un comentario o el otro; una versión y otra; a tecnicalidades e inferencias del lenguaje: En el Griego, en el Hebreo, en este, o aquel, o en el otro (lenguajes, ninguno de los cuales posiblemente escribe o lee); o hace referencia a este o aquel manuscrito (el cual con toda probabilidad nunca ha visto).

Al final de esta carretera torcida y distante lo único que ha conseguido es magnificar un pasaje de la escritura del tamaño de un hormiguero al tamaño de una montaña, o reducir, y aún a veces marginar, otros pasajes bíblicos del tamaño de una montaña al tamaño de un hormiguero, y todo porque la Biblia que el Señor ha depositado en sus manos, no apoya sus ideas. Estos procedimientos pretensiosos son calculados para demostrar sus alcances escolásticos en la esperanza de prestar a sus falsas ideas una apariencia de autoridad tal que obligue a aquellos que son puestos en contacto con sus teorías a aceptarlas.

Concretamente: cuando estamos tratando con el asunto del juicio, en ninguna instancia es imparcial dar la primera y la mayor consideración, a cualquier escrito que trata directamente con el asunto de la

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salvación, mientras que se hace solo inferencia incidental al asunto del juicio. Tomemos por ejemplo la declaración del apóstol Pablo:

"La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo; Donde entró por nosotros como precursor, Jesús; hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melquisedec." Heb.6:19,20.

En lugar de mirar en el contexto de estos versículos la luz de todo lo que ha sido revelado en relación al tema, procedimiento que aseguraría la forma de pensar que refleja el autor en estos versículos, algunos estudiantes de la Biblia, perdiendo de vista el punto de vista de Pablo, magnifican tan desproporcionalmente la debida importancia de la declaración de estos versículos, que pone sobre esta interpretaciones las cuales, aunque tal vez sean suficientemente plausibles al tomarlas solas, las escrituras relacionadas al asunto son manifiestamente torcidas, forzadas e insostenibles. Forzar de tal manera la interpretación, es ser injusto con el autor, peligroso para el que se vea afectado y un acto criminal al que tal hace.

Para ilustrar el asunto aún más extensamente: Alrededor de una mesa están seis estudiantes de la Biblia y un infiel. En un lado están Pedro, Juan, y Santiago; en el otro están Verde, Moreno, y Negro; mientras que al extremo de la mesa está el infiel. El escucha atentamente a los seis mientras discuten el ministerio de Cristo después de Su

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 ascención a la luz de Hebreos 9:19,20;9:12,26-

"La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo; Donde entró por nosotros como precursor, Jesús; hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melquisedec." Heb.6:19,20.

"Y no por sangre de macho cabríos ni de becerros, más por su propia sangre, entró una sola vez en el Santuario, habiendo obtenido eterna redención." Heb.9:12.

"De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo. Mas ahora, una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo." Heb.9:26.

Pedro, Santiago, y Juán que comparten la perspec-tiva del autor están en completo acuerdo que uno no puede, en una escritura importante que trata de la salvación, y refiriéndose al ministerio de Cristo solo en forma incidental, construir un comprendimiento básico correcto de Su ministerio, sino que por el contrario uno debe tomar los escritos de los profetas que bregan directamente con el santuario y su servicio, y entonces armonizar los escritos de Pablo con los de los profetas, y no los de los profetas con los de Pablo.

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En cuanto a Pedro, Santiago y Juán, su discución resulta en la conclusión de que Pablo, para estar en armonía con ambos, él mismo y los profetas, debe entenderse que en Heb.6:19 está hablando en pasado profético (o sea, los hechos son futuros, aunque en tiempo presente o pasado), y que por lo tanto él está señalando al tiempo en que sus conversos estén con Cristo "una vez en la consumación de los siglos" (Heb.9:26), para entrar "dentro del velo," "Donde entró por nosotros como precursor, Jesús." Heb.6:20. ¿Cuando?-No en tiempos de Pablo, sino al presente, "en la consumación de los siglos," pues El "entró una sola vez en el Santuario." Heb.9:12.

Verde, Moreno y Negro, sin embargo, con sus puntos de vista extraños a los de estos versículos, están en desacuerdo aún entre si mismos: Negro, enfatizando Heb.6:19,20, está convencido que Pablo enseña que Cristo entró al lugar Santísimo inmediatamente después de Su ascención; Moreno, asiéndose firme en Heb.9:12, asegura que Cristo entró, no en el lugar Santísimo, sino en el lugar Santo; y Verde, basándose en la afirmación del versículo 26, insiste en que Cristo ha de entrar en el Santuario "una vez en la consumación de los siglos," después de la segunda venida.

Aún viendo desde de sus puntos de vista ajenos al del autor, Negro todavía argue que al usar el término, "el Santuario" Pabló se refería al lugar Santísimo," mientras que Moreno contiende que si Pablo, usa el término "Santuario" livianamente, significando el "lugar Santísimo," entonces, ¿como

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podemos saber si cuando él dice el "lugar Santísimo," no está haciendo referencia al "lugar Santo"?

Entonces, basado en el peso de la declaración de Moisés, "Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario del velo adentro, delante de la cubierta que está sobre el arca," (Lev.16:2), Negro, además, mantiene que Pablo, en las palabras, "mas por su propia sangre entró...en el Santuario" (Heb.9:12), se refiere al lugar Santísimo Heb.9:3. Pero Pedro insiste que para interpretar el uso que Pablo le da al término "Santuario" significa el lugar "Santísimo," es injusto e irrazonable, ya que ningún escritor en su sano juicio, hablando de ambos apartamentos, usaría los términos indiscrimi-nadamente, esperando que los lectores comprendieran la idea que el está tratando de proyectar. Negro, sin embargo, recalca que Moisés usa el término "lugar santo" (Lev.16:2) refiriéndose al segundo apartamento.

En respuesta a esto, Pedro protesta que Moisés lo hace así porque mientras que él llama el segundo apartamento "el Santuario del velo adentro,"llama el primer apartamento "el tabernáculo de la congregación" (versículo 16), en tanto Pablo eligió para referirse al primer apartamento "el lugar santo" y para el segundo apartamento, "el lugar Santísimo."

De nuevo: Pedro insiste que si en los escritos de Pablo, donde se discuten ambos apartamentos, uno está justificado al interpretar " el Santuario" como queriendo decir " el lugar Santísimo," entonces otra

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persona, por la misma lógica, está igualmente justificado en interpretar "el lugar Satísimo" como refiriéndose al "lugar Santo". Aunque la lógica clara de Pedro disipa completamente el peso del argumento de Negro, debido a que las diferencias en opiniones son tan amplias entre un grupo de creyentes cristianos, el resultado final de la discusión sin embargo es que, lo que la armonía entre Pedro, Juan y Santiago logró en favor de la conversión del inconverso al cristianismo por un lado, Negro, Moreno y Verde al estar en desacuerdo entre sí, además del hecho de que Negro discrepaba con Pedro lo contrarrestó por el otro. Una discordia tal confirmá al infiel en su infidelidad, convenciéndole, sin lugar a dudas, que el cristianismo no es sino una burbuja estupenda; en consecuencia de lo cual Satanás, en júbilo diabólico, da a Negro, Moreno, y Verde, "su trono y gran autoridad." Y el cristianismo, repleto de confusión doctrinal, continúa sosteniendo disputas divisorias, nutriendo a los infieles en su hostilidad hacia el cristianismo, en lugar de convertirlos al mismo.

Si Cristo pronuncia un lamento sobre quienes rehusan dar un vaso de agua fresca al más pequeñito de Sus seguidores, cual será la condenación y fin de quienes como Negro, Moreno y Verde, por su espíritu de grandeza propia desparraman mientras profesan estar recogiendo con Cristo!

En ningún momento es correcto interpretar cualquier pasaje bíblico aislado de su contexto, pues hacer tal

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es automáticamente violentar su significado. Por ejemplo, la escritura: "Mas, oh amados, no ignoréis esto; que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día" (2 Ped.3:8), cuando ha sido aislada de las demás escrituras ha sido interpretada de forma tan variada que solo ha añadido confusión y dudas a las tantas que ya existen en el mundo cristiano. Sin embargo, cuando la tomamos dentro de contexto: "sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias. Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación." Versículos 3,4.

Considerando el contexto vemos que en el versículo en consideración el apóstol está haciendo un esfuerzo por mostrar en lenguaje figurativo que los burladores que el vió se levantarían en nuestros días, intentando destruir la fé de aquellos que creen en la declaración que rinde Moisés sobre el diluvio y esperando el retorno del Señor, sin darse cuenta que su burla va dirigida a su propia ceguera. Porque no pueden ver que lo que a ellos les parece, al medirlo en comparación a sus cortos días de vida, una tardanza perpetua de la segunda venida de Cristo, para el eterno no es sino un efímero momento de espera, y que su sabiduría tan finita es solo insensatez. Y por el contrario lo que ellos consideran un corto tiempo e inútil para el uso práctico el Señor lo considera extenso y precioso en nuestras cortas vidas.

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Claramente, entonces, cuando este versículo es interpretado comforme al contexto, las medidas de tiempo humanas no son iguales a las divinas, así como el pensamiento humano no son sus pensamientos (Isa.55:7).

La luz de este ejemplo pone en claro que así como se necesita una válvula de seguridad para prevenir que una caldera explote con un aumento excesivo de presión también se debe guardar un fiel respeto al contexto de la Sagrada Escritura para evitar que los que la interpretan exploten con teorías e ideas ajenas a las ideas Bíblicas.

Cuando quienes aman la verdad estudian cualquier tema doctrinal, nunca deben, tratar de armonizar sus opiniones personales con la escritura en cuestión pues esto hace aparecer que la escritura interpretada contradice otras porciones de la Biblía o la autoridad que esta representa, mas por el contrario deben suprimir sus opiniones privadas.

Habiendo forjado una idea equivocada en el tópico del juicio, algunos, aunque sin darse cuenta, han tratado en realidad de cambiar su tiempo y naturaleza correctos, en lugar de afirmarlos. Este esfuerzo involuntario a su vez les ha llevado a escojer ideas equivocadas en muchas otras verdades bíblicas. El hecho, sin embargo, que esta gran doctrina central todavía permanece intacta y sólida es evidencia incontestable que de la misma forma permanecen todas sus doctrinas habladas.

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Aquellos que se han dedicado a interpretar las Escrituras independientemente de la inspiración, ejercicio privado que es contrario a la orden dada en 2 Ped.1:20,21, y aquellos que han aceptado tales ideas, a menos que abandonen sus errores y abracen la verdad, un día se encontrarán víctimas de las circunstancias desastrosas con las que se han envuelto y se hallarán terriblemente confundidos al oir el horrible pronunciamento:" yo no les hablé, y ellos profetizaban;" "apartaos de Mi, obradores de maldad." Jer.23:21; Mateo.7:23.

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